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Por Aida María Holguín Baeza.- Durante una conferencia de prensa, el diputado Alejandro Domínguez externó la indignación que le causan los hechos delictivos que -desde hace 10 meses- ocurren en Chihuahua. Según el diputado Domínguez, esa delincuencia que desde hace 10 meses avasalla a la entidad, se debe a que hasta el momento no se han generado las propuestas necesarias para dar seguridad a la comunidad.

Es incuestionable, que durante los últimos meses, una nueva ola de delitos de alto impacto (en su mayoría) ha azotado a la entidad. Sin embargo, a Alejandro Domínguez se le “olvidó” sumar los 72 meses del gobierno encabezado por César Horacio Duarte Jáquez (quien hasta el momento se encuentra prófugo de la justicia). En esos 72 meses, desde el mismísimo Palacio de Gobierno -y de manera recurrente- se perpetraron delitos “de cuello y guante blanco” que, si bien no son considerados de “alto impacto”, siguen (y seguirán, por muchos años) impactando a los chihuahuenses de diferentes maneras, incluyendo su incidencia -directa o indirecta- en el grado de inseguridad que ahora se vive en el estado.

Y es que como ya se explicó hace dos semanas en este mismo espacio de análisis y reflexión, el problema de la inseguridad está relacionado con los actos de corrupción, ya que éstos últimos provocan -en gran medida- el incremento de los índices de impunidad, y la impunidad fomenta la delincuencia (en cualquiera de sus manifestaciones). Se trata pues, de un círculo vicioso que va más allá de concebir la inseguridad como un asunto exclusivo de las tasas delictivas.

Curiosamente, hace poco más de un año, cuando -casi al final del sexenio de César Duarte- se desató otra una ola de violencia en Chihuahua (“hechos aislados”, según Duarte), Alejandro Domínguez no reaccionó del mismo modo que en esta ocasión. Lo más “curioso” de todo, es que en esas mismas fechas (abril de 2016), el legislador asistió (junto con otros diputados federales de su partido) a una reunión de “trabajo” que Duarte sostuvo con el coordinador de diputados del PRI en el Congreso de la Unión, César Camacho Quiroz, y de ahí no salió ninguna propuesta.

Que de esa reunión no haya salido ninguna propuesta concreta (de esas que ahora sí urgen, según Alejandro Domínguez) para dar seguridad a la comunidad, “quizás” se debe a que -tan solo un día antes de la reunión en cuestión- César Duarte había exhortado pública y “respetuosamente” a todos los actores de la vida pública a que el tema de la seguridad se mantuviera lejos del debate político. Cabe señalar que dicho exhorto, se dio a menos de 48 horas de que Duarte (junto con los gobernadores de los estados en los que habría elecciones), se reuniera con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Ahí, acordaron institucionalmente no politizar el tema de la inseguridad.

En ese contexto, es imprescindible que durante los foros públicos que según el diputado Domínguez organizará para generar propuestas ciudadanas y llevarlas ante la Cámara de Diputados, se desarrollen dentro de un amplio marco de referencia que garantice que el problema de la inseguridad (causas y soluciones) se aborde de manera integral para, así, evitar que la inseguridad siga avasallando al país gracias a los delincuentes de cuello y guante blanco, como -por ejemplo- César Horacio Duarte Jáquez y Javier Duarte de Ochoa.

Finalizo en esta ocasión con una ligera adaptación de lo dicho alguna vez por el poeta y escritor peruano, Alex Pimentel: La mayoría de la gente se preocupa de la delincuencia que hay en las calles, pero muy pocos se preocupan de la delincuencia que hay en el gobierno.

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