México, DF.- Ni la larga espera ni el intenso frío que se dejó sentir la noche del domingo hicieron mella en la presentación de la cantante Madonna, en su segunda fecha en el Foro Sol como parte de su tour mundial MDNA, con el que regresó a México luego de cuatro años.
Tras el tañer de una campana como un llamado a la ceremonia de la música, la cantante apareció en el escenario cerca de las once de la noche con una mezcla de sus canciones 'Girl gone wild' y 'Material girl', para saludar al auditorio con un agringado "¿Qué pasó, México?".
Antes, todo el Metro Ciudad Deportiva se había volcado al recinto, en largas filas para encontrar los accesos, sorteando en el camino infinidad de revendedores y comerciantes, todos dispuestos a hacer su agosto en pleno noviembre, con cuanto objeto pudieron con la imagen de la artista.
Más de siete cambios de vestuario, un impresionante show de luces y una muy buena producción, le dieron a sus fans poco más de dos horas de música y recuerdos, de extravagancias y seguramente una noche para no olvidar jamás, sobre todo para quienes, instalados en la zona VIP con boletos de más de diez mil pesos, tuvieron la suerte de mirarla cerca, tocar su mano o incluso que ella les dedicara una canción, como a un joven de nombre Alonso, que emocionado gritaba su adoración hacia Madonna y que a través de las pantallas contagiaba a todo el foro para ser acompañado con gritos y silbidos.
Recreaciones de sus videos, magnas coreografías, y hasta Madonna en la guitarra, sirvieron de marco para presentar algunos de sus más grandes éxitos, ya vestida como una asesina perseguida por la policía con 'Papa don't preach', de porrista para cantar 'Give me all your luvin', o hasta en negligé para ofrecer una muy peculiar versión de 'Like a virgin'.
'Vogue', 'Express yourself', 'Turn up the radio', 'Open your hearth' y hasta un tributo a Lady Gaga con una recreación de 'Born this way', entre otros títulos fueron coreados por los miles de asistentes, que pudieron constatar además que si bien la llamada “Reina del pop” no habla muy bien el español, sí tiene consciente de que se llama México y no “Mecsico”, como lo pronuncian los estadounidenses.
Al final, tras más de dos horas que para los fans se fueron como agua, Madonna se despidió con un “muchas gracias México, los quiero mucho”; para entonces desalojar ahora el lugar entre la muchedumbre que no sabía bien a bien qué rumbo tomar, entre el choque de los que iban y los que venían y sobre todo con el caos que se formó sobre la calle, entre comerciantes que remataban sus productos con la imagen y nombre de la cantante y taxistas que también querían hacer su agosto en plena noche de noviembre.
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