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Tremendo desorden se espera en los próximos días en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje número 26, instalada en esta capital, cuando inicie de manera formal la número 41, que se ubicará de nuevo en Parral, donde sin embargo, de acuerdo con voces al interior de la Junta, el número de casos existentes no justifica la inversión.

En Chihuahua existen hasta ahora sólo dos centrales de la Junta, la número 55 en Ciudad Juárez y la 26 en esta capital, en la que por obvias razones, recaen la mayoría de los casos; por lo que en enero de este año, el propio secretario Federal de Trabajo y Precisión Social, Alfonso Navarrete Prida, anunció la reapertura de la Junta en Parral, para resolver principalmente las demandas que surjan de quienes trabajan en las minas de la región.



Por ello, los empleados no terminan de explicarse las razones, aunque como muchos, las infieren, para que se abra esta oficina en Parral, toda vez que por la enorme carga de trabajo, esperaban que la nueva sucursal se abriera en Chihuahua, donde un laudo tarda en salir hasta cuatro años y la gente se muere antes de ver sus asuntos terminados, acusan.

De acuerdo con Navarrete Prida, la idea de reabrir la Junta de Parral era para apoyar al Gobierno del Estado al distribuir mejor las cargas de trabajo, sin embargo, los que saben porque están dentro de la Junta con una larga lista de expedientes en su haber, apuntan a que la disposición no les quitará nada de trabajo, ya que al enviar los expedientes que tengan como domicilio de las demandadas Parral y municipios vecinos, en realidad se desharán de muy pocos expedientes.

Sin mencionar la fuerte inversión que se requiere para abrir una junta que en realidad no tendrá mucho trabajo, la afectación también será para quienes se trasladaban a Chihuahua a presentar sus asuntos, y ahora tendrán que ir a Parral, como los de Camargo o San Francisco de Conchos, por ejemplo; además de que a Parral si acaso, le tocará atender a dos tres mineras, porque las fuertes se quedan en Chihuahua, como las de Ocampo, Madera y Naica.

Lo curioso es que desde el primer día de agosto la Junta 41 está oficialmente en funciones, pero si alguien quiere presentar su demanda en Parral no puede hacerlo, ya que aún no cuenta con personal. Empleados de la Junta cuentan el presidente de la Junta en Chihuahua, Carlos Hernández Ochoa, y quien se va a Parral, fue reprendido hace días desde la Ciudad de México, porque ya debería tener armado su equipo para las nuevas oficinas, a lo que él respondió estar buscando “gente nueva”.

La realidad es que de acuerdo con los empleados, nadie quiere a este presidente e incluso, tiene en su haber bastantes quejas por su falta de compromiso para con el trabajo, por lo que ahora ven que prácticamente ha sido premiado con la presidencia de la Junta de Parral, donde dicen, parecerá estar de vacaciones por la poca carga de trabajo que tendrán allá.

En tanto, en Chihuahua la posibilidad es que llegue a presidir la Junta un procurador de la Defensa del Trabajo, que es nacido en Chihuahua, pero ya mismo se encuentra laborando en Durango.

¿Dónde quedó entonces la ayuda para la Junta 26?, se cuestionan los empleados, aunque a la vez se conforman  porque tienen claro, desde el primer día de la administración actual, que a Parral le irá muy bien en estos seis años.

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