Ciudad de México.- El Alzheimer, demencia más común entre personas de la tercera edad, es un desafío para los sistemas hospitalarios del país: se calcula que en 2050 uno de cada cuatro mexicanos será mayor de 60 años de edad y tendrá mayores probabilidades de padecer la enfermedad.
Con ocasión del Día Mundial del Alzheimer, Rosalinda Guevara Guzmán, de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), explica que mediante una prueba de olores, desarrollada por investigadores de esa facultad y la de Química, es posible detectar signos de alerta de la enfermedad en etapas tempranas.
El mal es degenerativo, progresivo e irreversible; deteriora la memoria, el pensamiento y la conducta, advierte la especialista.
El examen gratuito consiste en varias etapas de reconocimiento para evaluar la capacidad olfatoria. Tras analizar los resultados, se entrega un reporte personalizado y, de ser necesario, se envía a los servicios de salud para seguimiento especializado.
Después de un lustro de trabajos con Patricia Severiano, de la Facultad de Química, se logró una prueba estandarizada, específica para mexicanos, similar a los análisis para detectar signos de alerta basados en la capacidad para reconocer olores, disponibles en Estados Unidos, Alemania y Japón.
Al inicio, el mal implica la pérdida de la función olfatoria, etapa que constituye un medio para detectarlo; pues con frecuencia se cree que este menoscabo es un signo de vejez, indica la experta.
Si en los estudios se detecta que la capacidad está disminuida, se recomienda un plan de actividades para ofrecer al adulto mayor un ambiente más sensorial, a fin de estimular sus habilidades cognitivas. Deben escribir, leer, escuchar música y convivir con la familia para evitar el aislamiento, que propicia el desarrollo de la enfermedad.
Notimex
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