Ciudad de México.- La mañana de ayer la primera actriz Ana Bertha Lepe falleció a la edad de 80 años en el área de terapia intensiva de un hospital ubicado al sur de la Ciudad de México.

Aunque aún se desconocen las causas de su deceso, Graciela García, de la oficina de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), confirmó que la actriz de películas como “El Patrullero 777” se encontraba internada en el Hospital Santelena de la Ciudad de México.

Los restos de la también protagonista de los filmes “Aladino y la Lámpara Maravillosa” y “Paso a la Juventud” serán velados en una agencia funeraria de la calle de Sullivan, en la colonia San Rafael.

La actriz tenía 80 años y llevaba tiempo alejada del cine, donde dejó un legado de más de 60 títulos. Nació el 12 de septiembre de 1933 y antes de cumplir 20 años su nombre ya había sonado gracias a su participación en Miss Universo 1953. La joven Ana Bertha Lepe quedó como tercera finalista.

En los años 50, después de algunas participaciones pequeñas en cintas como “Dos Tipos de Cuidado”, logró trabajar al lado de “Tin Tan” en “El Vizconde de Montecristo” y “Lo que le Pasó a Sansón”; y en 1956 actuó junto a Pedro Infante en “Los Gavilanes” y con Luis Aguilar en “Grítenme Piedras del Campo” (1957).

También participó en películas de El Santo y aunque siguió filmando varias películas por año, para la década de los 70 cayó en depresión. Todavía en 1974 participó en la telenovela “Mundo de juguete”, pero cada vez fue alejándose más de la pantalla grande. En los años 80 y 90 participó en algunas telenovelas como “Dos vidas”, “Mi Pequeña Soledad” y “Sentimientos Ajenos”.

Su depresión la llevó al alcoholismo, lo que a su vez trajo consecuencias en su salud, pues sufría de problemas en la columna vertebral, gástricos y hepáticos. 

La tragedia que ensombreció su vida

El 29 de mayo de 1960, la bella Ana Bertha presenció la muerte de su novio, el actor Agustín de Anda, a consecuencia de los disparos hechos por su propio padre, Guillermo Lepe.

Su relación con el hijo de Raúl de Anda, productor cinematográfico, era conocida por todo el público. La actriz trabajaba en un espectáculo nocturno en el cabaret La Fuente, en la ciudad de México. Según los testigos, el padre de la actriz acostumbraba pasar por ella al lugar, ubicado en Insurgentes, para llevar a su hija de regreso a casa.

 La noche del asesinato, mientras esperaba que su hija terminara, un mesero le informó a Guillermo que Agustín de Anda deseaba hablar con él. Lepe fue a encontrarse con el novio de Ana Bertha y tomó con él un par de copas, tras lo cual surgió una fuerte discusión.  

Aparentemente, De Anda le anunció que “tenía” que casarse con la joven, pero no estaba en condiciones de hacerlo, ya que no contaba con el dinero necesario y su padre se negaba a prestárselo.

En el momento más álgido de la discusión llegaron Ana Berthay el coreógrafo, por lo cual decidieron cambiar de tema. Entonces Agustín se despidió. Lo siguieron Ana Bertha y su padre. Según Guillermo Lepe, el joven le dijo: “Desde este momento dejo en libertad a su hija para que haga su vida”.

Al pedir el padre una explicación a ese respecto, el joven actor lanzó unas palabras “inconvenientes” que motivaron a Lepe a sacar la pistola y a dispararle dos balazos pues, dijo después, “él había hecho el ademán de sacar un arma”.

Ana Bertha se refugió en el trabajo mientras su padre purgaba una pena en prisión. Durante la década de los 60 filmó la mayor parte de sus películas y en los 70 prácticamente desapareció de escena.

Sus allegados cuentan que cayó en una profunda depresión: presa del alcohol, subió de peso hasta perder la envidiable silueta que poseía. Dejó de trabajar y fue mucho tiempo después que algunos amigos, productores de televisión, la llamaron para participar en telenovelas.
El Universal
 
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