Chihuahua.- Pudiera ser que a ambos grupos alguien les convocó, les dio sus pancartas y les dijo a quién aplaudir o qué pedir; pudiera ser que uno tuviera más razón que el otro para elegir este viernes para manifestarse públicamente. Pudiera ser que uno lo hizo con total conocimiento de causa, y que el otro aún no sabe cómo le cumplirán las promesas. Un grupo de barzonistas y otro de trabajadores del estado casi coincidieron en tiempo este día para dar cuenta de su sentir.
Temprano, afuera del Congreso del Estado, alrededor de cien burócratas se reunieron para esperar la salida del gobernador del estado César Duarte, quien entregó la iniciativa a los legisladores para reformar la Ley de Pensiones, con lo que ahora, se dice, ya podrán pensionarse.
Con pancartas llenas de júbilo y certeza, los “manifestantes” aplaudieron contentos cuando salió el titular del Ejecutivo y las autoridades diversas, tras recibir la promesa de darles plaza a los que no la tienen y un sistema de pensiones que beneficie a todos; aunque nadie preguntó ni mucho menos nadie explicó de dónde saldrán los recursos para ello, cuando la experiencia de los últimos días dice que ni con la reestructuración de la deuda pública, el Estado podrá hacer frente a este gasto. Aun así, la esperanza es la última que muere, bien dicen.
Pocos metros y minutos más allá, en la Presidencia Municipal, y quizá con la misma esperanza de ver satisfechas sus demandas, los del Barzón realizaron la primera manifestación en contra del actual alcalde Javier Garfio Pacheco, quien a decir de Gabino Gómez “ni siquiera nos ha querido recibir, y no entendemos por qué”.
Con un féretro porque "están sepultando los derechos humanos" y pancartas de colores, los quejosos daban cuenta de su inconformidad por lo que llamaron los convenios incumplidos con los vendedores ambulantes, y la falta de sensibilidad de Garfio ante la problemática de las viviendas en situación irregular, que dijo, “existe desde que Patricio Martínez era alcalde, y desde entonces todos nos han recibido, no sabemos por qué Garfio muestra esa actitud”.
La situación es urgente, señaló, luego de que ayer una mujer adulta fue desalojada de su casa por 25 policías municipales, y “lo que queremos es llegar a un arreglo en cuanto a la reestructuración de los adeudos que se tienen con las viviendas”.
A diferencia de los trabajadores, los del Barzón a nadie aplaudieron aunque quizá su esperanza sea más sólida dado su experiencia previa con “todos los alcaldes”, dado que dijeron desconocer si se trata de un cierto desprecio del alcalde, o simplemente la falta de un momento para coincidir. Al tiempo se verá.