Ciudad de México.- En México algunos libros han provocado dolores de cabeza al gobierno porque revelaron pasajes muy oscuros y rojos de la vida nacional. “No somos moscas para morir a periodicazos ni a librazos”, piensan algunos, sin embargo, un buen dolor de cabeza e insomnio sí generaron algunas publicaciones. Libros con temas de violencia, muerte, amores clandestinos, crímenes, rondaron la vida nacional conmocionando a gobernantes y ciudadanos.

Al festejar este 12 de noviembre el Día Nacional del Libro y para sumarnos a la celebración, te presentamos 12 libros que tocaron fibras sensibles del poder y que provocaron más de un coraje en algún gobernante.

La CIA en México (1984)/Manuel Buendía
Investigar y poner al descubierto nombres y acciones de la CIA en México y el narcotráfico, es una de las tareas más peligrosas, que además de genera muchos enemigos. El periodista más influyente en la década de los ochenta, Manuel Buendía fue asesinado unas semanas después de vender los primeros 10 mil ejemplares de su obra, donde hacía revelaciones de las operaciones de la agencia de inteligencia norteamericana como el tráfico armas y las conexiones con narcotraficantes. Hasta hoy el homicidio sigue impune.

Asesinato (1985)/Vicente Leñero
Reportaje o novela sin ficción que da cuenta del fatídico seis de octubre de 1978, cuando el político Gilberto Flores Muñoz y su esposa, la escritora María Asunción Izquierdo, aparecieron asesinados a machetazos en su domicilio de la Ciudad de México, crimen que conmocionó a la sociedad mexicana de finales de la década de los setenta y que el autor trató de esclarecer.

Los demonios del edén (2005)/Lydia Cacho
El libro revela la existencia de una red de trata de menores y pornografía infantil, amparada por el poder, en la que colaboran políticos y empresarios, señaló a Kamel Nacif como unos de los implicados en una red de prostitución infantil que coordinaba Jean Succar Kuri. La obra dio origen a demandas, arbitrariedades, detenciones y cárceles.

Las muertas (1977)/Jorge Ibargüengoitia
El crimen trascendió los periódicos y las revistas. La historia de Delfina, María de Jesús y María Luisa González Valenzuela, hermanas infernales, autoras materiales e intelectuales de al menos 28 homicidios en Guanajuato contra mujeres y jovencitas a las que primero prostituían y posteriormente asesinaban en una casa de citas en 1964, fue recogida por Jorge Ibargüengoitia, una versión novelada de la nota roja y una parodia de la información de la prensa amarilla. Felipe Cazals filmó “Las Poquinachis” para la pantalla grande.

A calzón amarrado (1978)/Irma Serrano
La lengua viperina de Irma Serrano se trasladó al papel en una biografía para contar las historias de alcoba y sabanas presidenciales tras su relación amorosa y extramarital con el mandatario Gustavo Díaz Ordaz, al que incluso defendió años después diciendo que él “nunca” ordenó atacar a los estudiantes en 1968.

La noche de Tlateloco (1971)/Elena Poniatowska
Cuando no se movía una hoja sin la voluntad del “Señor Presidente”, apareció esta obra que fue un fenómeno periodístico y político, un collage testimonial de estudiantes, soldados, padres de familia, profesores y reporteros sobre lo ocurrido en Tlatelolco el 2 de octubre de 1968. Las autoridades en turno no sólo levantaron las cejas y fruncieron el ceño.

¡El Móndrigo! (1969)/Anónimo
Pese al dominio absoluto del gobierno, que controlaba el papel y podía cerrar periódicos, salió a la luz el libro "¡El Móndrigo!" bajo el sello editorial desconocido Alba Roja que tenía en la portada la fotografía de un cadáver de “un estudiante que participó” en la manifestación del 2 de octubre. El libro presentaba el diario íntimo que le fue encontrado entre las ropas al “líder estudiantil desconocido” y la bitácora del Consejo Nacional de Huelga para instaurar “la República Socialista Mexicana” tras derrocar al gobierno de Díaz Ordaz. El gobierno lo dejó circular en puestos de periódico ¿qué extraño, o es mero sospechosismo para desprestigiar al movimiento estudiantil?

Tomóchic (1892)/Heriberto Frías
La “salvaje libertad” de los tomoches, unos indios “indomables e hijos de las rocas de Chihuahua”, cuyo único deseo era libertad de decidir su destino, sus creencias políticas y religiosas, incomodaban el proyecto modernizador de Porfirio Díaz, quien utilizando “la razón de Estado” envió a un batallón a sofocar la insurrección, este episodio verídico de rebelión fue contado por Heriberto Frías, quien se atrevió a decir lo políticamente incorrecto.

El Apando (1969)/José Revueltas
Las experiencias que vivió José Revueltas mientras estuvo preso en el Palacio Negro de Lecumberri son narradas en esta obra, las pasiones y arrebatos de los presos del apando, una especie de calabozo en el que solían encerrar a los internos recalcitrantes. Nadie hasta ese momento se había atrevido a describir el interior de esa cárcel y publicarlo. Después el libro fue llevado al cine por Felipe Cazals.

Los señores del narco (2010)/Anabel Hernández
En 588 páginas sostiene la premisa de que los narcotraficantes no hubieran podido prosperar a grandes dimensiones sin la ayuda y los pactos con poderosos aliados del mundo político y financiero nacional, revela algunos nombres y acciones concertadas, lo que incomodó al gobierno federal en turno. La periodista ha recibido tanto premios como amenazas por la publicación del libro.

La sucesión presidencial en 1910 (1908)/Francisco I. Madero
Cuando el presidente no sólo era el poder sino casi casi Dios se publicó esta obra “incendiaria” de pretensiones propagandísticas, donde Francisco I Madero acusa a Porfirio Díaz de ejercer un poder dictatorial violento y advierte que si el pueblo se muestra conformista en la sucesión del presidencial caerá en el abismo para no salir. Alguno de los siete capítulos son: “El militarismo en México”; “El general Díaz, sus ambiciones, su política, medios de que se ha valido para permanecer en el poder”; “El poder absoluto”; “El poder absoluto en México”, “¿A dónde nos lleva el general Díaz?”. En la actualidad, es casi de ley que los candidatos publiquen un libro con “su visión de país”.

La Jefa (2003)/Olga Wornat
Dicen que la vida privada de un hombre público, es pública. Los “intocables” dejaron de serlo, y se evidenció la vida privada de los inquilinos de Los Pinos, la relación entre Vicente Fox y Marta Sahagún, ésta última presentó una demanda por daño moral contra la periodista y se desató un gran morbo por conocer las pasiones privadas de estas figuras públicas. 
Chilango
 
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