Ciudad de México.- La zona de inestabilidad ubicada frente a las costas de Jalisco genera una fuerte entrada de humedad hacia los estados del occidente y norte del país; asimismo se prevé que lunes por la mañana ingrese el frente frío número 13 sobre los estados del norte y noreste del país, informó la Conagua.

En un comunicado, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) indicó que la zona de inestabilidad mantiene un 20 por ciento de potencial para el desarrollo ciclónico en el pronóstico para las siguientes 48 horas.

El organismo indicó que a las 10:00 horas, la zona de inestabilidad se ubicó a 540 kilómetros al sur-suroeste de Cabo San Lucas, Baja California Sur, a 590 kilómetros al oeste-suroeste de Cabo Corrientes, Jalisco, y a 80 kilómetros al sur-sureste de Isla Socorro, Colima.

Detalló que podría generar lluvias de muy fuertes a intensas en Colima, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y Durango, así como precipitaciones moderadas en Baja California Sur y Sonora.

Asimismo, se desplaza hacia el nor-noreste a 18 kilómetros por hora, vientos máximos sostenidos de 45 kilómetros por hora y rachas de hasta 55 kilómetros por hora.

Por otra parte, aunque el frente frío número 12 continúa perdiendo intensidad, un canal de baja presión en niveles medios y altos de la atmósfera ubicado en el noroeste del país generará vientos fuertes y descenso en la temperatura sobre los estados de la Península de Baja California, noroeste y norte del territorio.

De acuerdo con el pronóstico, aún podrían registrarse temperaturas menores a 5 grados Celsius en zonas altas de Baja California, Sonora, San Luis Potosí, Aguascalientes, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Distrito Federal, Morelos, Chihuahua, Durango, Zacatecas, Coahuila, Nuevo León, Estado de México, Veracruz, Puebla, Hidalgo y Tlaxcala.

Para mañana domingo se prevé que las condiciones mejorarán significativamente, por lo que únicamente podría registrarse lluvia de ligera a moderada en los estados antes citados.

La Conagua reitera a la población extremar precauciones, ya que las precipitaciones intensas generan inundaciones y encharcamientos en áreas urbanas, y reblandecimiento del suelo, que deriva en posibles deslaves en zonas montañosas, incluyendo tramos carreteros, así como crecidas y desbordamientos en ríos y arroyos.
El Universal
 
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