Ciudad de México.- Las autoridades de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) aún no logran entablar comunicación con las cuatro religiosas mexicanas que están en una de las zonas afectadas por el paso del tifón Haiyán, en Filipinas, aunque "existen grandes expectativas de que están bien", ya que conforme han transcurrido las horas se sabe que el área donde estaban de misión no fue devastada.
Julio Camarena Villaseñor, embajador de México en Filipinas, en entrevista con El Universal, en un último reporte sobre la situación de los connacionales que se encuentran en el archipiélago, indicó que los integrantes de la comunidad están en buenas condiciones "y no hemos recibido ningún requerimiento de su parte para algún tipo de asistencia especial", pero el personal está pendiente de cualquier situación que se pudiera presentar.
Aunque las autoridades de la Embajada siguen sin lograr establecer contacto con las cuatro religiosas que estaban de misión en la ciudad de Ormoc, en la isla de Leyte en Filipinas, aunque reiteró que esto no indica que se encuentren desaparecidas.
"Ahora están entrando a la zona la Policía Nacional y los militares para atender a las personas que se encontraban en Ormoc, ya que éste territorio quedó aislado pues se interrumpieron todas las comunicaciones, no hay forma de contactar a las personas que se encuentran en el área, pero ahora sabemos -lo que es buena noticia-, es que a pesar de los daños, no resultó tan afectada como otras ciudades filipinas" indicó el diplomático.
Por ello, sostuvo que "debido a que el área no resultó tan golpeada, tenemos altas esperanzas de que estas cuatro religiosas se encuentren bien", y confía en que en las próximas horas se pueda contactarlas y tener la certeza de la condición en la que están.
Camarena Villaseñor indicó que las autoridades mexicanas también están colaborando en la atención de la población afectada, y ya ha comunicado oficialmente al gobierno de Filipinas que México aportará un millón de dólares en apoyo a los damnificados.
Indicó que hasta el momento, la cifra oficial de la tragedia que se vive en Filipinas es de mil 850 decesos y dos mil desaparecidos.
El Universal