Ciudad de México.- Este fin de año, 16 millones 200 mil trabajadores recibieron aguinaldo, un millón 980 mil menos que en 2012, en que 18 millones 180 mil fueron beneficiados con esta prestación de ley.

Así lo informó el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el cual añadió que 60 por ciento del monto será destinado por los beneficiados a la compra de alimentos.

Mientras que 20 por ciento lo usarán para pago de deudas, tarjetas de crédito y préstamos de todo tipo; el resto lo utilizarán para gastos de temporada, como ropa, artículos electrodomésticos, enseres para el hogar o reparaciones domésticas.

El CAM indicó además que la situación económica del país provocó un giro en la manera como los mexicanos gastan el aguinaldo.

Hace 12 meses, 44 por ciento del dinero se utilizó para pago de adeudos, 25 por ciento para compra de comestibles y 31 por ciento a pagar servicios como renta, gas, salud y arreglos del hogar, entre otros. En esta ocasión, la población no piensa gastar más de lo que tiene.

El centro de la UNAM aseguró que 47 por ciento de las compras decembrinas se realizarán en el sector informal, al buscar alternativas más económicas que los circuitos comerciales establecidos. En comparación con 2012, esto equivale a un aumento de nueve por ciento.

El CAM señaló también que a casi un año de su implementación, la reforma a la Ley Federal del Trabajo no ha tenido el efecto “detonante” en el empleo que las autoridades habían prometido.

“Ha sido un fracaso” y su puesta en marcha sólo ha repercutido en la flexibilización de la fuerza de trabajo y la pérdida de derechos laborales; además, la mayoría de los empleos creados fueron informales, afirmó el organismo.

Para los investigadores del CAM, entre ellos Luis Lozano Arredondo, esa reforma solo vino a legitimar formas de sobreexplotación laboral en las cuales ya incurrían varias empresas, con los contratos a prueba y a capacitación, que permitían despedir e inmediatamente recontratar a un trabajador y de esta manera asegurarse de que no pudiera acumular antigüedad.

También se manejó como una solución a la necesidad de generar más empleos; no obstante, los altos niveles de desempleo en México persisten a pesar dichas reformas, y al contrario de lo que se esperaba, la mayor parte de los empleos generados este último año fueron empleos informales y con mayor precarización.

En el tercer trimestre de 2013, la población desempleada en México fue de 8 millones 900 mil 222 personas y la tasa de desempleo, de 15.2%.

La población desocupada que reporta el Inegi es apenas 30% de ésta; es decir, con la tasa de desocupación del Inegi se encubre 70% del desempleo y de la precarización del trabajo y del nivel de vida de las familias, dice el CAM.

El análisis menciona que desde el comienzo de la gestión de Enrique Peña Nieto, la población ocupada creció en 500 mil 108 personas, de las cuales al menos 286 mil 160 fueron empleadas informalmente.

Esto quiere decir que de todos los empleos que se generaron en el año anterior, 57.2% son informales.

“Lo cual desmiente que sea la reforma laboral o la acción del gobierno lo que actúe de manera efectiva como contención del desempleo. Por el contrario, es la acción de los mismos trabajadores buscando sus medios de subsistencia, pese a no tener oportunidad a empleos formales”, puntualiza el CAM.

“MÁS POBREZA, MÁS MIGRACIÓN”

“Con las política económica y laboral impuestas por el Estado mexicano se ha incrementado el desempleo en 2 millones 333 mil personas de 2005  a la fecha, y no han importando los colores del partido y políticos gobernantes, estos son los resultados y la realidad”.

“Lo anterior implica para los trabajadores más pobreza, más migración, más precariedad en el empleo, más delincuencia, más violencia. Menos empleo y salarios dignos, menos oportunidades de un futuro mejor, menos esperanza de un país”, destacaron los investigadores del CAM.

El estudio del centro universitario considera también que los contratos por hora o temporada y la subcontratación de servicios de una empresa de capital humano por otra son acciones enfocadas hacia un intento del gobierno federal de poder flexibilizar la fuerza de trabajo, haciendo que el proceso de contratación y despido por parte de las empresas sea mucho más fácil y con menor riesgo para éstas.

“Los defensores de la reforma argumentaron que lo anterior fomentaría la creación de empresas y empleos. Pero, por el contrario, lo que podemos corroborar es el incremento en los niveles absolutos y relativos del desempleo en México”, señalaron los especialistas.

Aunque las reformas referentes a las nuevas formas de contratación intentan dar cierta protección al trabajador bajo contratos de prueba y de subcontratación, “éstas fracasan al hacer más difícil alcanzar contratos de tiempo indefinidos para los trabajadores, y así se vulnera uno de los derechos principales del trabajo, el derecho a la seguridad laboral, pues bajo estos esquemas, no queda en lo absoluto asegurada la permanencia de un trabajador bajo una empresa y un patrón por tiempo indefinido”, añadieron.

Además, con estas nuevas formas de contratación “se vuelve más difícil para los trabajadores poder coordinarse y crear sindicatos independientes que puedan luchar por sus derechos”.

En la opinión del Centro de Análisis Multidisciplinario, la reforma laboral no solo precariza las relaciones de trabajo, sino que además vuelve legales las que ya estaban presentes en el mercado laboral y con las que se tienen que enfrentar los trabajadores día con día.

En general, destaca, el panorama “no es muy alentador”, por el desempleo y el trabajo informal, así como por trabajos mal remunerados y la falta de garantías laborales, prestaciones y seguridad social.

“REFORMA POSITIVA”: NAVARRETE

Al respecto, Alfonso Navarrete Prida, secretario de Trabajo, aseguró que la entrada en vigor de la reforma laboral ha sido positiva, porque según reportes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) del tercer trimestre del año, 442 mil mexicanos salieron de la informalidad.

Agregó que hay una parte de ésta que funciona para bien de la población porque flexibiliza las condiciones de contratación, lo que sirvió para formalizar a un importante número de trabajadores, con prestaciones y seguridad social.

Los gobiernos estatales, indicó hicieron sus esfuerzos en formalizar a sus trabajadores y esto se reflejó en las altas ante el IMSS.

En tanto, la Comisión de Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Diputados, que preside la legisladora priista Claudia Delgadillo González, reconoció que a casi un año de entrar en vigor la reforma laboral, “hay mucho camino por recorrer para lograr los resultados esperados”.

Para la diputada, en esta reforma se desprendieron nuevos esquemas que regulan y dan certeza jurídica a las relaciones patrón-trabajador, así como otros diseños de contratación, a fin de fomentar el empleo, cuidando los derechos fundamentales de los trabajadores.  
Milenio
 
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