Ciudad de México.- Con la entrada en vigor de los cambios en materia fiscal contemplados en la reforma hacendaria, las familias podrían desembolsar por lo menos 20 por ciento más en 2014.

Juan Manuel Franco, vicepresidente de la comisión fiscal del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), indicó que los productos que antes no estaban gravados, más el añadido de la inflación anual, son los que generarán este aumento, mientras que los salarios aumentarán en función de la inflación, que se estima será de 3.90 por ciento el próximo año.

Desde el primer minuto de enero se pagará 8 por ciento más por las botanas, un peso más por cada refresco o bebida azucarada; el alimento para mascotas estará gravado con un 16 por ciento más de Impuesto al Valor Agregado (IVA). Si realiza viajes por transporte terrestre foráneo también tendrá el gravamen, pero si prefiere usar el metro tendrá que desembolsar dos pesos más por cada viaje. También, dependiendo de sus ingresos, la tasa del Impuesto sobre la Renta subirá del 30 por ciento de este año hasta 35 por ciento en el siguiente y la gasolina seguirá subiendo cada mes.

Ante esta nueva circunstancia, especialistas recomiendan una reducción de los gastos menos indispensables.

“Debido a la situación macroeconómica de México, lo que las familias debemos de buscar es una reducción en gastos” indicó Miguel Ángel Rendón, director de Administración Financiera en el ITESM Campus Estado de México.

Evitar la compra de bienes que no son necesarios puede aminorar un poco el golpe al bolsillo de sus finanzas. “Se puede optar por no comprar refrescos y mejor tomar agua por salud, o si quiere seguir consumiendo las bebidas, disminuir el consumo de esos productos gravados” señaló Franco.

Cuidado con las deudas

En materia de crédito, las tasas de interés de cada tarjeta van de los 27.2 al 65 por ciento anual, por lo que el plástico ya no es una opción para adquirir nuevas deudas y liquidarlas será una tarea pendiente, sobre todo en cuanto el pago a esos instrumentos será considerado como ingreso gravable cuando haya discrepancia entre lo que se declara y lo que se gastó.

Ante esta situación, Rendón indicó que las instituciones financieras deberán de ofrecer otros productos para garantizar la liquidez de quienes quieran deshacerse de su deuda, como créditos personales con avales con activo fijo como una casa o auto o bien créditos de nómina.
El Financiero
 
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