Ciudad de México.- La mañana de ayer se acercó a un grupo de periodistas que cubría la caravana. “Yo quiero que ustedes me graben y lo pasen en la radio de aquí de Tapachula porque yo sé que mi hijo está acá. A mí me lo dijeron”, dijo Socorro Rojas Dávila, integrante de la Novena Caravana de Madres Centroamericanas Buscando a sus Migrantes Desaparecidos.
El mensaje de Socorro se difundió en las redes sociales y en diferentes medios locales. Por la tarde ya se había logrado contactar con una persona que aseguraba conocer a su hijo y se comprometía a llevarla hasta la puerta de su casa. Así fue.
Acompañada por defensores del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, Socorro Rojas Dávila llegó hasta la puerta de la casa donde vive su hijo, Jorge Alberto Reyes Rojas, en Tapachula.
Jorge Alberto, quien no mantenía contacto con su familia desde hace nueve años, se reunió con su madre. Es el séptimo encuentro que se logra durante esta caravana, tres de ellos en Chiapas: uno en Palenque y dos en Tapachula.
Jorge Alberto Reyes Rojas, quien dejó en Nicaragua a cuatro hijos, dijo que perdió comunicación con su familia porque no tenía un número a dónde hablar. Acudió al consulado y llamó a diferentes estaciones de radio de su país para preguntar por su familia, pero nunca obtuvo respuesta.
Desde que llegó a Tapachula no ha querido volver a Nicaragua por temor a no poder regresar a México. “Yo acá ya hice algunas cosas y tengo trabajo e irme es dejar todo botado. Aquí no puedo moverme con tranquilidad porque no tengo papeles”, explicó.
El migrante salió de Nicaragua porque le ofrecieron un trabajo en El Salvador que según le pagarían en dólares, pero cuando llegó supo que no existía tal empleo y decidió seguir su camino hasta México, donde no ha logrado regularizar sus papeles por falta de dinero.
Para regularizar sus papeles en México las y los migrantes necesitan pagar unos 5 mil pesos y erogar una cifra similar cada año, lo que resulta casi imposible para muchos que viven al día.
Socorro Rojas Dávila tiene una enfermedad terminal. “Si me voy a morir quería irme con la seguridad de que mi hijo está vivo”, repetía varias veces no con pesar, sino con una inmensa alegría de saber ahora que su hijo está bien.
La Caravana de Madres Centroamericanas continúa este martes su recorrido en Tapachula. Se reunirán con agentes municipales de diferentes comunidades para encontrar aunque sea una pista del paradero de sus familiares.
En Nicaragua las y los migrantes pueden comunicarse al 82536218 con la Organización de Servicio Jesuita del Migrante, quienes pueden ayudar a la localización de su familia en el país centroamericano.
Tras recorrer más de 10 entidades federativas desde el pasado 2 de diciembre, la caravana concluirá con una ceremonia en el río Suchiate, en Chiapas, este miércoles 18 de diciembre para conmemorar el Día Internacional del Migrante.
Cimac Noticias