**Si los diputados de Chihuahua querían salir en la foto como uno de los estados con que se logró el aval para la reforma energética, les falló totalmente, antes les ganó San Luis y antes que ser famosos como uno más de los levantadedos exprés, lo harán por todo lo que rodeó la accidentada sesión en la que aprobaron este lunes la minuta por mayoría. Con un campamento de Morena y el #YoSoy132 afuera del recinto desde el domingo, a los diputados no les quedó más remedio que entrar por la puerta trasera, con todo el significado tácito que ello implica, así quedan a los ojos de la comunidad: como traidores para muchos, como obedientes para otros, pero de su papel como representantes populares nadie sabe. Se ha olvidado entre puertas cerradas con candado, entre rejas que impiden el acceso al salón de Plenos, entre los argumentos que a nadie convencen, entre las pancartas de colores que priistas o amigos portaban esta mañana en la sesión avalando la reforma, como aquella que rezaba “los jóvenes apoyamos la reforma” y que portaba un adulto mayor. Y mientras ellos rechazaban votar en lo particular para no discutir las reservas presentadas por la izquierda, afuera todo era caos cuando algunos golpeaban a las puertas cerradas del Congreso, con cacerolas, piedras y palos, hasta que un casco terminó por romper uno de los vidrios y una piñata en forma de Peña Nieto ondeaba bajo el grito de “ratero”. Para entonces ya el grupo antimotines, la policía estatal, la municipal y hasta agentes de Tránsito rodeaban y permanecían adentro del Congreso para resguardar la integridad de quienes votaron a favor de una privatización que negaron en todo momento. Seguramente para muchos este 16 de diciembre será otro “no se olvida” cuando se dieron cuenta o comprobaron, cómo se mueven sus representantes populares, y no porque estuvieran obligados a votar en contra, sino porque lo hicieron a las prisas, sin escuchar más argumentos y desde luego sin prestar oídos a la manifestación social.

**Y mientras una Aguilar recordaba con cariño al coordinador priista Rodrigo de la Rosa, la otra lo increpaba desde la tribuna “de qué vale este proceso tan desaseado para aprobar esta reforma, si Chihuahua llega tarde a esta nefasta historia, si el PRI en el Congreso de Chihuahua le está fallando a su patrón”. La diputada federal Lilia Aguilar dijo que fue un proceso torpe “por ser generosa con Rodrigo porque lo conocemos y le tenemos aprecio”, pero eso no impidió que señalara la falta de conocimiento de la Ley orgánica al haber votado sólo en lo general, cuando al tratarse de una reforma a la Constitución debe también incluir una votación en particular, pero con debate a las reservas de por medio. Antes, su hermana la diputada local América Aguilar, les echó en cara a los diputados el servilismo a “sus patrones” y olvidando que llegó a la curul gracias a los votos que le regaló el PRI, dijo que en esta ocasión “la izquierda no estará al lado de los traidores” y votó en contra de la reforma energética, como sus compañeros del grupo izquierdista y como el diputado panista Rogelio Loya. Eso sí, lo hizo colocando también una pancarta en su lugar, donde dejaba claro que el PT estaba en contra de la venta de la soberanía.

**El que se llevó la tarde en la rueda de prensa que luego ofreció el grupo parlamentario priista para justificar una vez más su voto, fue el diputado César Augusto Pacheco, quien no deja de quejarse en tribuna y fuera de ella, de que los demás diputados los quieren hacer quedar como “perros del mal” por aprobar dictámenes que ni conocen e iniciativas sin beneficio para sus representados. Hoy fue más allá al desconocer por completo a la gente que se manifestaba afuera de la Torre Legislativa contra la aprobación de la reforma, en la que seguramente además de representantes de Morena y del #YoSoy132 había otras personas de grupos distintos. Y es que para el diputado simplemente y sencillamente "la minoría que estaba allá afuera no tiene representación en este Congreso”, ande usted. Al diputado se le olvidó que un diputado ya no representa sólo a su partido al llegar a la curul, sino a todo el distrito del que proviene, en el que sin duda habrá muchos que estén en esa “minoría” que despreció. Justificó además la colocación de la reja en las escaleras que llevan al piso donde se encuentra el salón de Plenos porque “me aventaron monedas cuando quise entrar”, denunció, y la verdad para el enojo que mostraba la gente afuera, le fue muy bien, aun así no se justifica la violencia. Así pues, queda claro que el tamaño del remedio es sin duda proporcional al tamaño del miedo. 

 
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