Ciudad de México.- Los tradicionales chilaquiles, la panza o una picosa birria, en lugar de aliviar la cruda o resaca, lo único agudizan los malestares después de una noche de copas.
Ante las inminentes comidas, cenas y fiestas de fin de año el consumo de bebidas alcohólicas en exceso y alimentos ricos en grasa e irritantes el cuerpo se ve amenazado de sufrir gastritis y colitis.
Médicos especialistas en nutrición, gastroenterología y antienvejecimiento, advierten que la ingesta de alimentos ricos en grasas e irritantes provoca vómitos, nauseas, diarrea y deshidratación.
La llamada cruda se da por la pérdida de electrolitos, es decir, el cuerpo se comienza a deshidratar.
En entrevista, la nutrióloga Paola Zarza explicó que el exceso de alcohol no evita una cruda o resaca, sin embargo, se puede aminorar los efectos con “ciertos trucos”.
“Una de las recomendaciones que nosotros hacemos es que la persona debe aprender a beber despacio, es decir, la copa la debe hacer durar por lo menos 30 minutos, y no creer en lo que dicen que se calienta”, señaló.
Además, dijo, es bueno que de manera constante se coma para que el alcohol se absorba de manera más lenta en el organismo.
“El efecto es menor cuando estamos comiendo, sobre todo carbohidratos porque éstos absorben el alcohol. Nosotros recomendamos que tomen vino, por ejemplo, por ser menos agresivo,” señaló.
El gastroenterólogo Emilio Bermúdez explica que el exceso de alcohol va directo al esófago y estómago, por lo cual comer chilaquiles lo que se provoca es una mayor irritación.
“Lo primero que yo les recomiendo a mis pacientes es consumir algún producto antiácido, para que los jugos gástricos no dañen más el aparato digestivo así como un medicamento para la gastritis”, señaló.
Además, el exceso de alcohol provoca que la persona vaya de manera constante al baño, porque funge como diurético, lo que conlleva a una deshidratación.
“Aquí es cuando debemos empezar a hidratarnos, tomar agua, alguna bebida con electrolitos, con sales, un suero oral, nada de más alcohol como la famosa ‘piedra’ (bebida alcohólica a base de ron, tequila, vodka, anis, por mencionar algunos de su ingredientes) para asentar el estómago”, explicó.
Podemos, agregó, por ejemplo comer un buen coctel de frutas, incluyendo la sandía, aunque hay personas que la rechazan por decir que es fría para el estómago, sin embargo la deben combinar o comer solo una rebanada cuando es sola.
“Por ejemplo hasta un licuado de plátano es más sensato, un plato de vegetales y una sandía, claro no estoy diciendo que se la coman toda, pero si un pedazo para refrescar al estómago. No es bueno tomar algo muy caliente o exageradamente frío, porque lo que hacemos es dañar la flora”, detalló.
Sinué Orihuela, médico estético especialista en nutrición y anti envejecimiento aclaró que es un mito de que tomar un licuado de plátano, un huevo con leche o yogurt antes de beber van a disminuir los efectos de una cruda.
“Cuando ya es inevitable la resaca, lo mejor es empezar a hidratarse, comer dulces, porque los niveles de la azúcar bajan de manera considerable, buscar que el estómago se comience a regenerar. Hasta unos hotcakes son lo mejor, porque hacen que se absorba el alcohol que sigue en el cuerpo”, sostuvo.
Sobre los irritantes, el especialista dijo que lo único que hace es que el cuerpo comience a sudar.
“Quienes tienen una buena digestión ayuda a eliminar el alcohol, pero los que tienen problemas gástricos resulta al revés y lo que le va a provocar es vómito o diarrea”, concluyó.
NO TODAS LAS BEBIDAS DEJAN LOS MISMOS ESTRAGOS
Hay bebidas que pueden causar menor resaca o mayor, pero el número de copas tiene que ver.
Para Orihuela tomar más de ocho copas significará una “cruda memorable”, sin embargo las bebidas claras como el vodka, ginebra y ron causaran menos estragos en el organismo.
“De 4 a 6 copas de vodka, ginebra y ron no dan tanta resaca comparándolo con el whiskey. Otro ejemplo el tequila, pega, pero el blanco, el reposado, dará la diferencia del dolor de cabeza”, indicó.
Lo más recomendable, agregó, es hidratarse, tomar agua o jugo o estar comiendo porque no se absorbe el alcohol en la misma proporción.
“Sabemos que en estas fechas del año es imposible decir no a una copa, sin embargo, nosotros decidimos qué estragos queremos para nuestro organismo, por eso es la importancia de la comida entre una noche de copas”, señaló.
Milenio