Ciudad de México.- Si el gobierno federal pone en marcha en Michoacán una cacería contra de las autodefensas estará errando la estrategia de seguridad, ya que el objetivo principal debe ser la captura de los Caballeros Templarios, aseguró Eduardo Guerrero Gutiérrez, consultor en seguridad pública.
"El gobierno debe actuar en base a prioridades, y la prioridad es combatir a los Caballeros Templarios antes que a las autodefensas, aunque éstas se hayan convertido en grupo amenazante en el sentido de que están bien armadas", señaló.
En entrevista con MILENIO, el experto en temas de seguridad consideró que sería delicado que el gobierno adoptara una política de confrontación con las autodefensas, ya que la sociedad podría ver mal esa estrategia.
"Si ahorita el gobierno se va contra las autodefensas y arresta a los líderes que están ocupando los municipios que les arrebataron a los Caballeros Templarios, seguramente los Templarios regresarán a esos municipios y la gente va a pensar que el gobierno está actuando a favor de los criminales", advirtió.
Eduardo Guerrero subrayó además la necesidad de que la estrategia de seguridad que emplee el gobierno de Enrique Peña Nieto en Michoacán sea diferente a la utilizada por otros mandatarios, debido a que ahora hay un nuevo actor en este conflicto: los ciudadanos.
"Lo que estamos viendo ahorita es muy distinto a lo que estábamos acostumbrados a ver antes. Lo que veíamos eran enfrentamientos entre grupos criminales y ahorita lo que estamos viendo es enfrentamientos entre criminales y un grupo de civiles. Dada esta situación inédita, el gobierno se ha desconcertado y hasta ahorita no ha sabido cómo actuar ante ese nuevo grupo civil", comentó.
Señaló que la estrategia empleada por ex el presidente Felipe Calderón en 2006 fue exitosa hasta que los criminales se reorganizaron, situación que el gobierno no supo detener.
Guerrero Gutiérrez aseguró que el único que puede vencer a los Caballeros Templarios es el gobierno federal, si realiza un esfuerzo sostenido o concentrado durante los próximos meses, ya que la administración del gobernador Fausto Vallejo es un simple espectador del conflicto.
Milenio
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