Ciudad de México.- Los dos ex presidentes emanados del Partido Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón Hinojosa y Vicente Fox Quesada, están de vuelta. Luego de dejar las riendas del país, se alejaron de la tradición priista que indicaba que los ex mandatarios debían permanecer callados y pasar al retiro voluntario en la arena política mexicana. Ellos, en cambio, han decidido buscar incidir en el debate político por medio de sus declaraciones y también a través de fundaciones.
Felipe Calderón presentó –el pasado 12 de febrero en el Distrito Federal– su Fundación Desarrollo Humano Sustentable (FDHS). Convocó a empresarios, académicos… pero sobre todo a ex miembros de su gabinete y compañeros de partido a la presentación del nuevo centro de pensamiento “dedicado al análisis, elaboración y propuesta de políticas públicas que contribuyan al debate sobre los grandes desafíos nacionales, inspirado en el Humanismo y en el Desarrollo Humano Sustentable”, según la descripción que aparece en la página de Internet.
El costo de la cena celebrada en el Club de Industriales y a la que asistieron 500 personas fue de cinco mil pesos, por lo que se recaudaron dos millones 500 mil pesos, que se suman a los seis millones 636 mil 689 pesos recaudados por la FDHS en donativos el año pasado, de acuerdo con el Reporte de Donatarias Autorizadas 2013 de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Por su parte, Vicente Fox tiene su Centro Fox, ubicado en el municipio de San Francisco del Rincón, en Guanajuato. El organismo está dedicado a tareas multidisciplinarias, donde lo mismo reúne a ex integrantes de su gabinete, como hizo apenas el fin de semana pasado, que a cursos sobre marketing político y a la renta del espacio para bodas y otros eventos sociales o conciertos de artistas de talla internacional, como Elton John, o Juan Gabriel quien dará un concierto en marzo.
Con el objetivo de la formación de líderes, el Centro Fox “tiene la responsabilidad y compromiso con el ser humano”, de acuerdo con el sitio web. “El desafío que tiene ante sí la humanidad es adoptar nuevas formas de pensar, actuar y organizarse en sociedad, en suma, nuevas formas de vivir. El Centro Fox ayudará a cumplir con este cometido”, se lee en la Internet.
Pero detrás de estos objetivos y visiones humanistas del mundo por parte de las fundaciones de los ex presidentes está su interés por permanecer vigentes en la escena política e incluso generar dinero, dicen especialistas.
En el caso de la FDHS, el ex presidente Calderón buscará lavar su imagen, empañada por su guerra contra el narcotráfico que dejó alrededor de 70 mil muertos y 27 mil desapariciones, además de decenas de miles de huérfanos y desplazados, considera el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIJ-UNAM), Ernesto Villanueva Villanueva.
“Evidentemente no es una fundación tradicional, como ocurre en Estados Unidos y en Brasil, sino un instrumento paralelo al partido para poder incidir en la política pública y ser un actor político. Si esto funciona, que es difícil porque Calderón está fuera del poder, será un interlocutor de la política mexicana de tal suerte que sus puntos de vista sigan teniendo cierta vigencia después de que fue un Presidente con un problema de imagen pública con la guerra exacerbada al narcotráfico.
“Pero él llega con un repudio social y aunque va a ser difícil a través de su fundación, va a buscar impulsar la idea de desarrollo sustentable para deslindarse del principal problema de su gobierno, que fue la seguridad. Lo hará con un mecanismo para ser políticamente correcto, la parte sustentable, lo buena onda, y así tratar de lavar su imagen y tener una incidencia como actor político que pueda ser sujeto de opinión o de negociación”, dice el especialista en Derecho.
Para el académico del Departamento de Ciencia Política de la Universidad Iberoamericana, René Torres-Ruiz, la fundación le servirá a Calderón para incidir en el partido y en algunos proyectos de grupo, más que para aportar al país. “En términos de aportar una solución a ciertos problemas en áreas sensibles como la política social, la seguridad pública, el medio ambiente y la economía que serán los ejes que abordarán, habrá que verlo. Fausto Barajas Cummings (presidente de la FDHS) no es garantía de nada, no es una persona muy destacada en lo ambiental o en lo económico para pensar que tenga incidencia en la solución de problemas de estos temas que plantea.
“Yo soy escéptico, basado en la experiencia y como nos lo dice la fundación de Fox, la cual no ha hecho prácticamente nada una vez que se crea, no ha incidido en nada en términos de proponer alternativas de solución”, critica.
Como la Fundación de Calderón, el Centro Fox ha recibido donativos desde 2006 y el año pasado captó 27.3 millones de pesos. Según reportes de Hacienda, en 2009 recibió 35.6 millones de pesos; un año después 52 millones; en 2011 los donativos fueron de 31.1 millones, y en 2012 lo recaudado fue 25.1 millones de pesos. Un aproximado de 170 millones de pesos de 2009 a la fecha. Previamente había recaudado 250 millones de pesos, dijo en 2010 Martha Sahagún Jiménez, esposa del ex presidente.
Es decir: desde que dejó el gobierno, Fox recaudó a través de ese mecanismo alrededor de 400 millones de pesos. Gracias a lo recaudado, explicó la ex primera dama, cuenta con una Explanada Principal, con capacidad para tres mil personas; una Explanada Asta Bandera, para 600 personas; un auditorio libre y otro cerrado, ambos con capacidad para 500 personas; un Lobby para 200 personas; un aula flexible para 100 personas y un Aula 1 para 30 personas máximo.
El caso de Fox es singular, porque desde antes que dejara la presidencia, Martha Sahagún fundó “Vamos México”. La esposa del entonces Presidente sorprendió a su marido en su segundo informe de gobierno, en 2002 y le regaló un Jeep color rojo furia, pero el vehículo lo compró el funcionario Luis Miguel Moreno Vélez, dueño de la empresa MM Consultores, quien buscaba congraciarse con Sahagún para obtener contratos con la organización.
El escándalo estalló en 2007, cuando El Universal reveló que Fox no incluyó al Jeep en su declaración patrimonial, por lo que el guanajuatense al ser exhibido debió devolverlo.
LA GÉNESIS DE LA FDHS
En 2004 fue creada la Fundación Desarrollo Humano Sustentable. Entonces ayudó a diseñar la plataforma de gobierno del entonces precandidato a la Presidencia, Felipe Calderón, uno de sus fundadores. Fue un proyecto que hibernó durante el sexenio calderonista, pero que fue retomado hace cosa de año y medio, recuerda el ex titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege Tamargo.
La fundación es presidida por Fausto Barajas Cummings, quien fue compañero de Calderón en la Maestría de Economía que ambos cursaron en Harvard, Estados Unidos, a fines del siglo pasado. Posteriormente, Barajas Cummings ha acompañado al panista en distintos cargos desde que éste fue director de Banobras en el sexenio foxista. Luego fue su asesor en la Secretaría de Energía (Sener), último cargo que ocupó Calderón antes de convertirse en candidato a la Presidencia por el Partido Acción Nacional (PAN).
En el sexenio calderonista, Barajas fue subsecretario de Infraestructura de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Al dejar Calderón la Presidencia, Barajas Cummings se integró a la nómina de la que gozan los ex mandatarios como parte de su pensión. De acuerdo con información del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) gana al mes 192 mil pesos, casi una cuarta parte de los 812 mil 547 pesos destinados mensualmente a 19 personas al servicio de Calderón. “Yo estuve en la reinstalación, estaba (la oficina) por Periférico Sur. Fue hace medio año, reconozco que (Calderón) es un fuera de serie”, expresa Luege. Se refiere a la oficina ubicada en Boulevard Adolfo López Mateos 261, Colonia Los Alpes, C.P. 01010, Delegación Álvaro Obregón en México, Distrito Federal.
En la reunión además de Luege y Barajas acompañaron al ex presidente otros colaboradores de su sexenio. Entre ellos el ex coordinador de asesores en la Presidencia y ex director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Antonio Vivanco Casamadrid, y el ex director del Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Sergio Hidalgo Monroy. Vivanco Casamadrid, al igual que Barajas, fue compañero de Calderón cuando el panista estudió por primera vez en Harvard para cursar una Maestría en Administración Pública en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy.
“Calderón expuso la necesidad de tener una visión de largo plazo, que la alternancia democrática ayude al país. Hizo énfasis en lo que venía, que vayamos avanzando más en aspectos democráticos más importantes, mantener lo que hemos avanzado en la reducción de la inflación y dijo que las asociaciones son muy importantes, que son centros de estudio, reflexión y de propuestas”, dice Luege Tamargo sobre la reunión hace año y medio. Añade que la sostenibilidad es pensar al país 50 años adelante, a la par de modernizarlo, tecnificarlo y sacar de la pobreza a tanta gente.
El tema de la fundación, que define como un ente político, es impulsar políticas públicas. “Va a ser muy interesante, por supuesto que es una fundación muy cercana al PAN pero no tiene ningún problema para participar con el PRI o cualquier otro partido”, explica el ex titular de la Conagua. Luege define al presidente de la Fundación como alguien con una gran preparación académica, profesional, de trato sencillo, que se acercó al PAN por instancias de Calderón. Destaca que en el sexenio calderonista cuando tuvo a su cargo el tema de infraestructuras, demostró su talento financiero y eso ayudó a sacar adelante diversos proyectos.
“Donde es muy competente es en los aspectos financieros, porque luego el problema no es cómo pones los problemas en términos técnicos, es cómo los financias, cómo haces la mezcla de factores para hacerlos factibles, la financiación de parte de un banco”.
Antes de ser presentada en el Distrito Federal, empresarios de Monterrey, Nuevo León, conocieron el 28 de enero el proyecto. El 12 de febrero cuando Calderón acudió al Club de Industriales en el Distrito Federal, asistieron entre otros empresarios Claudio X. González, quien platicó previamente con el ex titular del Ejecutivo, y ya no se quedó a la cena, y llegó también Alfredo Elías Ayub. Además lo acompañaron políticos de su partido, como los senadores Ernesto Cordero Arroyo, Javier Lozano Alarcón, su hermana Luisa María Calderón y el ex candidato presidencial de Acción Nacional, Diego Fernández de Cevallos.
MARKETING Y CONCIERTOS
En junio de 2012, en pleno proceso electoral el Centro Fox dio a conocer que candidatos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) postergarían un curso que ya tenían programado, ante la apretada agenda de los participantes. Pero el anuncio se dio luego del escándalo ocasionado por la revelación de que quien fuera el primer Presidente de México emanado del PAN, daría el curso a militantes priistas. Fue el mismo año que Fox, el mismo que en 1999 prometió sacar al PRI de Los Pinos, promovió el voto a favor del candidato presidencial priista Enrique Peña Nieto.
Los cursos para políticos de todos los colores que aspiran a ganar campañas electorales han seguido impartiéndose en el Centro Fox. El 11 y 12 de abril del año pasado se impartió el seminario de dos días “Una campaña exitosa”. Bajo el lema “domina la mejor técnica para ganar elecciones” y aplicable a todas las contiendas electorales según el programa, entre los temas que los asistentes podían tomar estaban: Estrategias electorales. Campaña de Fox. Experiencias de campaña. Comunicación política. Coaching Electoral.
Por cuatro mil 500 pesos con el IVA incluido, cinco expositores comparten sus conocimientos sobre los temas enlistados. Asimismo el seminario incluye el libro Método Fox para ganar las elecciones. Pero además de los cursos, a los que según reportes periodísticos han asistido políticos del PAN, del PRI y del Partido Nueva Alianza, el Centro Fox también abre sus puertas a luminarias internacionales, desde el líder del Tíbet, el Dalai Lama, hasta al músico británico Elton John, quien se presentó en 2010 ante más de siete mil espectadores, para recaudar fondos para proyectos educativos.
“Gracias a su valiosa colaboración cientos de chiquillos y chiquillas tendrán acceso a una educación íntegra que despertará el liderazgo de los niños y jóvenes de Latinoamérica”, se leía en el comunicado del Centro Fox. Asimismo, las instalaciones son rentadas para bodas, fiestas temáticas, infantiles y eventos culturales.
AL GORE, EL CALDERÓN DE EU
El relanzamiento de la fundación de Calderón causó revuelo entre panistas. Uno de ellos, el senador Ernesto Cordero, quien fue secretario de Desarrollo Social y Hacienda durante el sexenio calderonista, pronosticó que la organización será incluso más trascendente que la del ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, al que llamó “el Felipe Calderón estadounidense”.
“Yo creo que el Presidente Calderón (sic) tiene una reputación a nivel internacional de política pública para enfrentar el cambio climático muy acreditada, lo reconocen en todo el mundo y me parece que él tiene una trayectoria construida en ese sentido y sí, desde luego, creo que más bien Al Gore podría ser el Felipe Calderón estadounidense”, dijo Cordero, uno de los más fieles calderonistas.
La Fundación de Al Gore, The Climate Project, es una difusora e investigadora reconocida a nivel internacional sobre el cambio climático y el ex candidato a la presidencia del Partido Demócrata fue reconocido en 2007 con el Premio Nobel de la Paz por su contribución y acciones contra el calentamiento global, en tanto a la fundación de Calderón no se le conocen logros o reconocimientos.
Para el ex director de Greenpeace en México, Alejandro Calvillo, la comparación es desmesurada. “Compararlo con Al Gore me parece bastante grave, él es una persona que ha escrito libros, ha dado conferencias sobre el tema y el programa de cambio climático que impuso Calderón no era de medidas radicales, fueron programas que ya existían, fueron cambios cosméticos, de los presidentes que dejan la Presidencia. Calderón busca cómo posicionarse y no tiene otra área en la cual posicionarse más qué esta”.
El integrante del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN, Marko Cortés Mendoza, le dio la bienvenida a la fundación calderonista, pero espera que no se dedique al trabajo político. “Todos los ex presidentes buscan una manera de seguir contribuyendo en la vida del país, yo lo que esperaría es que fuera una fundación que genere propuestas, ideas, estudios, más no que haga política”, dijo Cortés, uno de los hombres más cercanos del actual dirigente del PAN, Gustavo Madero.
Pero para el académico René Torres, trabajo político es lo que hará la fundación de Calderón. “Lo que busca es crear un espacio para insertarse en política, opinar, incidir en Acción Nacional y tendrá una plataforma y espacio donde se le escuchará a Calderón cuando haga foros. Eso es lo que realmente buscará el ex Presidente más allá de preocuparse por los problemas del país, es una cuestión más de interés de grupo, impulsar a la corriente que todavía lo sigue”, dijo, en alusión a los corderistas/calderonistas. Los ex presidentes sólo quieren hacer política, coinciden expertos.
DE FUNDACIONES A FUNDACIONES
De acuerdo con Villanueva, los ex presidentes panistas han intentado tropicalizar lo que hacen los ex presidentes estadounidenses. Emulando a sus pares estadounidenses del Partido Demócrata Bill Clinton y Jimmy Carter, quienes tienen su fundación y centro respectivamente, o a George Bush padre, que tiene una biblioteca y museo con su nombre, los mexicanos crearon el Centro Fox y la Fundación Desarrollo Humano Sustentable.
Las fundaciones de los ex presidentes emanados del PAN distan mucho de ser lo que son en Estados Unidos, ya que mientras allá se preservan documentos históricos, además del trabajo de investigación que hacen las fundaciones y en Brasil los objetos que recibieron los ex mandatarios se exhiben en museos, al considerar que ellos los recibieron pero pertenecen al pueblo brasileño, en México eso no ocurre, lamentó Villanueva.
“En México lo que tenemos son ocurrencias de lo que hizo Fox con su Centro y lo puede utilizar para tener recursos, allegarse de ellos al dar cursos, asesorías y se tergiversa la idea que tienen en Brasil y Estados Unidos, aquí se mexicaniza y se pervierte la idea ya como negocio”, explicó.
El académico y experto en transparencia dice que ha tenido oportunidad de visitar el Centro Fox y a diferencia de lo que hay en museos brasileños, no vio objetos, tampoco los grandes documentos históricos, como en el caso de la Librería de Bush. Pero sí sabe que el Centro ofrece cursos de marketing político a panistas y a no panistas.
Un contraste si se consulta lo que hace “The Clinton Foundation”, del ex presidente Bill Clinton, que buscar oportunidades para mujeres, impulsa políticas de reducción de la obesidad infantil, apoya la generación de oportunidades económicas y de crecimiento y ayuda a comunidades a reducir los efectos del cambio climático.
En el caso de otro ex presidente democrático, Jimmy Carter, cuenta con “The Carter Center”, que hace trabajo de defensa de los derechos humanos y en busca de mejoras en materia de salud, además de que ha observado procesos electorales en diferentes países.
Un caso más es el del republicano George Bush, quien a diferencia de sus homólogos demócratas no tiene fundación, pero sí una librería y un museo.
En la página de internet del Centro Fox se señala que hay una “Biblioteca en línea”, pero al intentar abrir el enlace no aparece nada, y tampoco se han cargado “documentos históricos”. Para Villanueva es necesario legislar el funcionamiento de las fundaciones de los ex presidentes.
“Sí, tenemos que hacerlo, incluso darles un apoyo mínimo de lo que ya se les dan a los ex presidentes de México que son los que ganan más a nivel global en el mundo, cinco millones de pesos al mes. Se tendría que regular y verificar cuáles son los objetivos de sus fundaciones, que deberían ser los de la experiencia comparada, para que no se utilicen recursos para la búsqueda de hacer un negocio adicional, que no tengan fines de lucro”.
En el mismo sentido se expresó Cortés, quien dijo que debe vigilarse de dónde proceden los recursos para crear una fundación. “Debe de cuidarse de dónde se obtienen los recursos, cómo se gastan, cómo se usan en apego a la transparencia de cualquier organización o fundación. Es algo bueno siempre y cuando venga a contribuir con la experiencia adquirida durante seis años no sólo de una persona sino de todo un equipo y que pueda seguir aportando siempre y cuando sea de una manera institucional, más equilibrada y que haga propuestas, no política”, concluyó.
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