Ciudad de México.- El músculo político que el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación, SNTE, construyó por más de dos décadas en cada uno de los 31 estados se debilitará y los gobernadores quedarán acotados para acrecentar su poder electoral.
La cancelación de la doble negociación salarial que cada año sostenían los líderes sindicales de los estados con los gobiernos locales derrumba acuerdos y prebendas que el gremio magisterial intercambiaba en su favor, y que al mismo tiempo le aseguraban poder y estabilidad a los mandatarios locales.
“Eso se acabó”, aseveró el coordinador de la Comisión de Educación, de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), Graco Ramírez, tras explicar que es necesario sepultar la cultura que tenían sindicato y mandatarios con esta doble negociación salarial, pensando más en intereses particulares que en la calidad de la enseñanza.
Tras la descentralización educativa que se dio con el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica en mayo de 1992, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) fortaleció su brazo político a través de la doble negociación salarial que cada líder sindical sostenía con el gobernador en turno.
Además de la negociación nacional que realizaba la SEP con el SNTE, cada sección estatal del sindicato entablaba una segunda demanda salarial en su entidad, con la que no sólo lograron dar bonos y prestaciones “absurdas” a maestros de sus estados, sino que en el fondo ambas partes intercambiaban favores políticos para acrecentar el poder público y gremial.
El también gobernador de Morelos relató que con esas negociaciones estatales, el mandatario obtenía el control del sindicato para sus futuras elecciones y entonces les daba dinero, pero “resolverlo con dinero para fines electorales se terminó y debe terminarse. Esa cultura que teníamos los gobernadores, asumo esa responsabilidad por mis antecesores, debe terminarse, no podemos ver como carnada electoral a los maestros”.
Por eso, aseguró, 2014 será el año en el que desmantelarán esas “viejas prácticas políticas” que se efectuaron durante casi 22 años, porque ese pacto estatal que ganó peso con la descentralización educativa queda aniquilado con la firma que plasmaron los mandatarios estatales en el Acuerdo que cancela esa doble negociación salarial y que se efectuó durante la 46 Reunión Ordinaria de la Conago en Puebla el pasado 26 de febrero.
Al respecto, el académico de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Aldo Muñoz, explicó que al haber firmado ese acuerdo, los estados “ya no darán recursos para canonjías sindicales y también amarra de manos a los gobernadores para efectos políticos; con ese documento, ni los gobernadores ni los líderes estatales del SNTE podrán hacer una segunda mejora salarial a cambio de prebendas.
“En el periodo de Elba Esther Gordillo, para establecer su hegemonía plena en el sindicato, fue generando una negociación con las autoridades estatales, donde además se fueron creando una serie de bonos y de prestaciones que no correspondían a la propia circunstancia de la realidad educativa. Más bien se generaba una serie de acuerdos para fortalecer su hegemonía política en las entidades y esto fue deformando la relación entre sindicato y gobiernos”, recordó Graco Ramírez.
En entrevista con Excélsior, el Ejecutivo de Morelos aseguró que los gobernadores se comprometieron a terminar con “deformaciones” que sólo causaron “boquetes financieros” a costa de ganancias políticas tanto para los gobernadores como para la organización gremial.
“Queremos tener la certeza de que a quien se le paga está en el aula o en labores de administración y no está fuera de las aulas o en actividades político-partidistas diferentes a su obligación con la educación”, enfatizó.
Al respecto, David Calderón, director ejecutivo de Mexicanos Primero, y el académico de la UAEM coincidieron en que cancelar esa negociación es sin duda “un paso adelante”, porque le quita poder político al SNTE, pero también acota el margen de maniobra que tenía el gobernador para pagar deudas con los líderes sindicales a cambio de apoyo político-electoral.
Al establecer una negociación salarial única, “los primeros damnificados son los líderes seccionales, porque su chamba es la que siempre debieron haber tenido, la de un servicio a los maestros, y ser una oficina de gestoría, lo cual no les gusta a los secretarios sindicales de los estados, porque en dos décadas lograron ser los líderes que se sentaban con el gobernador y podían presionarlo cuando querían”, relató el director ejecutivo de la asociación civil.
Entonces, tener una única negociación salarial entre SEP-SNTE les va a quitar poder a los líderes, incluso con los mismos maestros agremiados a sus secciones, por lo que no lo ven con gusto, aunque para algunos gobernadores represente un desahogo financiero.
En términos de liderazgo sindical, destacó Calderón, los dirigentes perderán fuerza política con el gobernador en turno y bajará su poder de control entre sus agremiados, pues no podrán vanagloriarse de lo que consiguieron para los docentes y eso es algo que “no les gusta nada”.
SNTE cambió favores políticos por hegemonía y dinero
El gobernador de Morelos explicó que tras un diagnóstico que hizo, detectó que “se deformó la relación a tal grado que el gobierno cedió la responsabilidad y conducción educativa a figuras del sindicato.
“Entonces no se sabía dónde empezaba el sindicato y dónde comenzaba la responsabilidad y rectoría del gobierno, lo cual fue gravísimo y en detrimento de las escuelas.”
Recordó que después del acuerdo nacional con la SEP, “la maestra Elba Esther” se encargaba de obtener “bono para esto, bono para aquello”, lo cual deformó la relación con los gobiernos estatales y dio poder “excesivo” a la exdirigente del SNTE.
Corregirán vicios
Graco Ramírez subrayó que esa doble negociación fue “de distorsión”, pero con el acuerdo que firmaron los gobiernos de las 31 entidades, “todos tenemos que honrar nuestra palabra y, por primera vez, no sólo votamos, firmamos este acuerdo. Cada gobernador fue firmando el acuerdo, y lo dijo otro gobernador: para que nadie se eche para atrás, aquí firmamos todos y todos vamos para adelante”.
Por tanto, a partir de 2014 el parámetro es uno solo y no tiene por qué haber ni más ni menos, ya que se trata, dijo, de un cambio de actitud de “nosotros”, incluyendo Oaxaca, Michoacán y Guerrero.
Sin embargo, el director de Mexicanos Primero consideró que dar carpetazo de tajo a esa relación estatal con el gremio no será fácil para todos los gobernadores, por lo que es muy probable que ambas partes busquen alternativas “oscuras” para mantener esa simbiosis política.
“Nadie puede romper la disciplina y establecer una negociación, pero si un gobernador tiene muchos compromisos con el SNTE buscará la forma de darle recursos y prebendas, pero no del presupuesto educativo federal, sino otros medios para seguirlos consintiendo por abajo del agua”, alertó.
Incluso estimó que algunos mandatarios estatales recurrirán al Congreso local para que acepten financiar al sindicato con otros programas, con tal de mantener esa relación que les brinda beneficios políticos.
El gobernador de Morelos afirmó que no será así, porque ya es hora de que todos los ejecutivos estatales cambien la visión política que tenían con los líderes del gremio magisterial. “El cambio es de los dirigentes sindicales, pero también de los gobernadores. No debemos ver a los maestros como fuerza electoral, sino como el instrumento para hacer de la educación la mejor inversión”, concluyó.
Beneficios extra
Graco Ramírez dijo que, tras un diagnóstico, detectó que se cedió la responsabilidad y conducción educativa a figuras del sindicato.
Análisis académicos señalan que la doble negociación salarial entre el SNTE y los gobiernos estatales aumentó casi 40 por ciento las prestaciones para los maestros en los últimos 22 años.
Coahuila concedió eliminar el ISR al sueldo de los maestros, pero este año no pudo descontarlo.
Además del aguinaldo que en algunos estados llega a 90 días de salario y la prima vacacional, los docentes gozan del pago por días económicos no disfrutados, bonos especiales por el Día del Maestro, compensaciones de productividad, bono por ajuste de las quincenas, compensación de fin de ciclo escolar, de verano o estímulo anual por desempeño.
Guerrero, Distrito Federal, Quintana Roo, Sonora y Yucatán es donde menos días de salario reciben los maestros, con promedio de 465 días al año.
Tras el acuerdo nacional con la SEP, Elba Esther se encargaba de obtener los mayores bonos posibles, lo cual deformó la relación con los gobiernos estatales.
Algunos bonos ganados:
De riesgo volcánico. Dos días de salario porque las escuelas están en zona de riesgo volcánico. Lo tienen Morelos y Puebla.
De la lástima. Bonificación en Michoacán porque estaban muy gastados los maestros.
Por ajuste del calendario escolar. Casi todos los estados otorgan una compensación por jornadas laborales adicionales. El calendario tiene siete meses con 31 días y el bono equivale a cinco días trabajados de cinco meses, ya que los otros dos se pagan en febrero.
De verano. Recompensa por el trabajo durante el ciclo escolar. Lo tienen Oaxaca, Guerrero y Michoacán, entre otros estados.
Por vida cara. Algunas entidades lo otorgan porque el costo de vida es más alto que en otros estados.
Por Misiones Culturales. Algunos estados lo otorgan por cumplir una labor adicional a dar clases, promoviendo la cultura.
Subsidio en la retención del ISR. Coahuila, los maestros y todo el personal burócrata de la entidad recibía un subsidio de 60 por ciento en la retención del Impuesto Sobre la Renta (ISR), es decir, por cada mil pesos de sueldo solamente pagaban 400 y los otros 600 pesos eran perdonados por el gobierno. Sin embargo, este 2014, el gobierno dejó de otorgar ese beneficio.
Acuerdo abrió boquetes financieros
Con la cancelación de la doble negociación salarial, los estados podrán resarcir el boquete financiero millonario que causaron las excesivas prestaciones a los maestros.
El gobernador de Morelos, Graco Ramírez, quien promovió terminar con esa doble negociación, afirmó que los estados aumentaron sus deudas, debido a las grandes cantidades monetarias que pagan en prestaciones y bonos a los docentes.
“Los estados tienen boquetes de miles de millones y es un déficit que debemos quitar, porque además hay nóminas infladas por aviadores o comisionados y ya no podemos permitirlo”, reveló.
Explicó que con la descentralización educativa los estados adquirieron un grave problema de finanzas públicas porque acordaron pagos sin tener la suficiencia presupuestal y con el paso de los años eso los endeudó.
Al respecto, David Calderón, director de Mexicanos Primero, celebró que se terminen esos beneficios que conseguían los líderes estatales del SNTE no sólo porque fomentó la desigualdad entre el mismo magisterio, sino porque se convirtieron en prestaciones “fuera de proporción”.
En tanto, el profesor Aldo Muñoz afirmó que al cancelar esa demanda estatal de salario, les quitan la posibilidad a los gobernadores de manejar a discreción tanto los fondos educativos como la nómina, la cual ha operado “con opacidad y deficiencia”.
Como ejemplo de lo que consiguieron los líderes sindicales, Calderón mencionó el bono de “riesgo volcánico” que paga el gobierno de Morelos a los docentes, el cual significa dos días de salario para cada profesor, según lo que cotice, y en cada aumento salarial ese bono también sube.
Pero, dijo, no es el único bono “absurdo” que consiguió el SNTE. En Oaxaca, por ejemplo, desde 2001 la dirigencia de la CNTE logró obtener un bono estatal por 15 días de salario y un bono de productividad de 15 días, mientras que Coahuila concedió eliminar el ISR al sueldo de los maestros, pero este año no pudo descontarlo y por esa situación los profesores de esa entidad han hecho paros y marchas en los últimos dos meses.
En tanto, la sección 51 de Puebla no sólo da 90 días de aguinaldo, otorga un bono de 23 días de salario para cada profesor como regalo del Día del Maestro.
“Eso llevó a que las entidades se endeudaran y tuvieran manejos muy irregulares del dinero, pues aceptaban mover montos enormes y establecer nuevas prestaciones, que con el tiempo se volvieron una carga que ya no pudieron enfrentar”, señaló el director de la asociación civil.
En 1992, antes de las negociaciones estatales con el SNTE, los días de salario anual de maestros, incluyendo bonos, prima vacacional y aguinaldo, oscilaban en 411 y 416, siendo el Estado de México el único que otorgaba 450.
Pero en 2012 esos días aumentaron de manera desordenada y con serias desigualdades. De acuerdo con un estudio del maestro Aldo Muñoz, Aguascalientes es la entidad que más días de salario otorga al año a los profesores: 533 por 200 días de trabajo efectivo, mientras que Nayarit les da 522 y San Luis Potosí 520.
En contraste, Guerrero, Distrito Federal, Quintana Roo, Sonora y Yucatán, es donde menos días de salario reciben los maestros, con promedio de 465 días al año.
Hay dudas sobre los beneficios ganados
Aunque los líderes estatales del SNTE están inconformes con la negociación única que sólo habrá con la SEP, el coordinador de la Comisión de Educación, de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), Graco Ramírez, aseguró que el dirigente del gremio, Juan Díaz de la Torre, asumió que la demanda salarial con los estados tiene punto final.
“Juan Díaz entiende este momento del sindicato. Entiende que ya no podemos seguir bajo esa lógica, porque se llegó a un exceso y eso se acabó”, puntualizó el también gobernador de Morelos.
De hecho, consideró que si el SNTE entregó a la SEP el Pliego General de Demandas con los anexos de cada entidad es porque el sustituto de Elba Esther Gordillo “tiene la madurez para entender que el pasado se acabó. Que esas prácticas llevaron a la deformación y al desprestigio del propio sindicato”.
De hecho, el pasado 14 de marzo, el líder nacional de la organización sindical acudió a la SEP para entregar la demanda salarial 2014, donde el titular de la dependencia, Emilio Chuayffet, la recibió, celebrando que sólo habrá una negociación única.
Lo que no queda claro es qué pasará con los beneficios adquiridos en esos 22 años, aunque Graco Ramírez señaló que los gobernadores tendrán que ajustar los recursos a nuevos programas enfocados a la profesionalización de los maestros, en vez de otorgar bonos o estímulos que no están enfocados a la mejora de los docentes.
“Los derechos ganados se deberán corregir con apoyo para la formación educativa, para la profesionalización, no un bono para simplemente una prebenda que le sirve al dirigente para el control. Hay que convertirlos en fondos para la profesionalización de los maestros y eso dará mejores beneficios”, apuntó.
Lo cierto, advirtió el director de Mexicanos Primero, David Calderón, es que no todos los gobiernos estatales harán lo propuesto por el gobernador de Morelos y buscarán otras alternativas para seguir dando prebendas.
Revaloración
El Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica fue publicado el martes 19 de mayo de 1992 en el Diario Oficial de la Federación.
El maestro debe ser uno de los principales beneficiarios del nuevo federalismo educativo.
La revaloración de la función magisterial comprende seis aspectos principales: la formación del maestro, su actualización, el salario profesional, su vivienda, la carrera magisterial y el aprecio social por su trabajo.
Se acuerda el establecimiento de un mecanismo de promoción horizontal para el personal docente frente a grupo que enseña en los ciclos de la educación básica.
Se integrará un programa especial de fomento a la vivienda del magisterio en el que se aprovecharán los mecanismos institucionales de apoyo a la construcción de vivienda.
Excélsior
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