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Ciudad de México. Por Sergio Sarmiento.- Los políticos mexicanos, quizá tomando el ejemplo de Cristina Fernández de Argentina, han decidido saquear los ahorros de los trabajadores para financiar un proyecto de compra de votos. Con el fin de crear un seguro de desempleo que no es ni siquiera un seguro, se aprestan a robar los fondos de vivienda de los trabajadores.

La propuesta original del presidente Enrique Peña Neto así lo proponía. En el paquete de la reforma hacendaria se planteaba la creación de un "seguro" de desempleo sin pago de primas ni creación de reservas. El dinero para financiarlo había de tomarse del fondo de vivienda de los trabajadores.

El problema es que ese fondo no le pertenece al gobierno sino a los trabajadores. Un grupo de legisladores se opuso y la reforma hacendaria fue promulgada sin ese saqueo de los recursos en la cuenta de vivienda de las Afores. Los diputados, sin embargo, están intentando nuevamente hacer este robo y lo han introducido en el dictamen de la iniciativa que crea el seguro de desempleo y que fue aprobado en comisiones el pasado 6 de marzo.

Si hay que empezar por el principio, hay que señalar que incluso el nombre del programa es un engaño. Un seguro es un esquema financiero por el cual una o varias personas aportan primas con las cuales se crea un fondo para cubrir una eventualidad. Un seguro de desempleo genera una reserva con aportaciones a lo largo del tiempo de la cual se retiran recursos para apoyar a una persona en caso de que se quede sin trabajo. El proyecto que están haciendo los diputados, sin embargo, no contempla ningún pago de primas ni la creación de una reserva. Más que un seguro es un simple subsidio al desempleo, como el que Marcelo Ebrard creó en la Ciudad de México hace ya algunos años.

Ebrard por lo menos decidió tomar el dinero de los fondos generales del gobierno del Distrito Federal. Yo no sé si los capitalinos están contentos con pagar impuestos para subsidiar a los desempleados, lo cual genera incentivos perversos que llevan a un aumento del desempleo, pero por lo menos este programa responde a un esquema que busca quitarles dinero a los que tienen para dárselo a quienes no tienen... o por lo menos a quienes están cercanos al partido en el poder.

Lo que pretenden hacer el presidente Peña Nieto y los diputados de su bancada es mucho peor. Están buscando tomar el dinero de la cuenta de vivienda de los trabajadores para crear un nuevo programa de subsidio al desempleo que les permitirá comprar los votos de los beneficiarios. Es quitarle al trabajador, incluso al más pobre, para subsidiar al que no trabaja.

No sería ésta la primera vez que el gobierno se apropia del dinero de los trabajadores. Una de las razones que llevaron a la quiebra del viejo sistema de pensiones del IMSS, y que obligaron a la creación de las cuentas individuales, las que hoy están en las Afores, fue que durante décadas el gobierno se quedó con el dinero de las pensiones de los trabajadores para financiar proyectos que no generaron recursos, como hospitales públicos o estadios y equipos de beisbol. El caso reciente más escandaloso lo hemos visto en Argentina donde la presidenta Cristina Fernández expropió los recursos de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones para financiar su gasto corriente.

Es muy importante que los mexicanos no aceptemos que se lleve a cabo un despojo similar. Las pensiones y la cuenta de vivienda de los trabajadores deben ser sagradas. No podemos permitir que el gobierno se apropie de estos recursos... y mucho menos para la compra de votos para el partido en el poder.

VIENE EL NIÑO

Ahí viene El Niño, ese fenómeno cíclico en el que se calientan las aguas superficiales del océano Pacífico y que genera sequías en ciertos lugares del mundo e inundaciones en otros. El Niño de 1997-1998 tuvo consecuencias desastrosas en la economía. En 2009-2010 se registró también un Niño, aunque de intensidad moderada, que fue factor en una fuerte alza mundial en los precios de los alimentos.
Excélsior

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