Chihuahua.— Se han cumplido dos meses del crimen de la niña Lizeth Berenice Chavira Arenas, de 13 años, así como del asesinato de la Esperanza Manuela Chaparro Sáenz, de 19 años, y las investigaciones de ambos casos “están empantanados”, revelaron fuentes de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Norma Ledezma, coordinadora de “Justicia para Nuestras Hijas A.C.”, declaró ayer a El Diario que desafortunadamente el trabajo que ha realizado la Fiscalía Especializa en Atención a Mujeres Víctimas del Delito no ha sido suficiente para dar con los presuntos homicidas, por lo que consideró que los casos han entrado en un proceso de “cámara lenta, es decir no se ve un interés real para dar con los responsables, al menos en un corto tiempo”.
Norma Ledezma señaló con respecto al caso del homicidio de Esperanza Manuela Chaparro Sáenz, que ya se cumple un mes y medio de la tragedia y la Fiscalía no ha podido determinar la identidad del o los responsables del crimen.
Al ser cuestionada sobre la última información que difundió la FGE, en el sentido de que Chaparro Sáenz, horas antes de aparecer asesinada en un paraje en la Sierra de Nombre de Dios, se “habría trasladado por sus propios medios” en el sistema de transporte colectivo, hasta la colonia Riberas de Sacramento, al norte de la ciudad, Norma Ledezma mencionó que aún no se les ha informado a ella o a la familia con qué motivo acudió Esperanza hasta aquella colonia.
El día 2 de marzo fue cuando se encontró su cuerpo (Esperanza), y es muy lamentable que a estas fechas la FEM siga trabajando como uno de los muchos casos, es decir, vemos que continúa una totalidad impunidad, donde las primeras horas de la investigación son vitales y ya han pasado muchas, expresó la coordinadora de Justicia para Nuestras Hijas.
“Es muy lamentable que no se hayan encontrado a los culpables, aun cuando se está trabajando, pero creemos que en cámara lenta, sabemos que todos los casos que investiga la FEM son importantes, pero éstos en particular deben tener cierta prioridad”, manifestó.
Consideramos que tenían que haberle metido todo el recurso humano con una actitud más activa, vemos que hay mucha burocracia, pareciera que no les importara a las autoridades el esclarecimiento, subrayó, ya se atravesó la Semana Mayor y la investigación está prácticamente estancada.
En la opinión de Norma Ledezma hay una totalidad impunidad en ambos casos, donde desafortunadamente existe el riesgo de que los agresores vuelvan actuar en perjuicio de alguien más.
“No tienen memoria, pero el Estado está obligado finalmente a hacer justicia, pero muchos siguen disfrutando de sus vacaciones”, señaló.
Abundó que ante el reciente caso del homicidio del joven seminarista en el municipio de Aldama, se vio una participación más activa de la Iglesia, donde no se escatimaron recursos y pudieron ser detenidos los presuntos asesinos.
“Ahí luego luego los agarraron en unas cuantas horas, la interpretación no nos interesa, vemos que aquí no pasa nada y siguen asesinando mujeres, en la Fiscalía hay impunidad, es un mensaje no escrito, pero sí interpretativo”, finalizó.
Lizeth Berenice Chavira Arenas, de 13 años de edad, era estudiante de la escuela Secundaria 3066 de la colonia Chihuahua 2000, y su cadáver fue localizado la tarde del domingo 16 de febrero, en una casa en construcción de la colonia Nuevo Triunfo.
La menor desapareció la tarde del viernes anterior, cuando acudió a la escuela, ubicada en el crucero de las calles Simón Sarlat Nava y Alfonso Sosa Vera. Sobre los asesinos, sólo un testigo vio que la menor fue subida a la fuerza a un vehículo pequeño de color oscuro, antes de aparecer sin vida y violentada sexualmente.
El Diario
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