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Chihuahua, Chih.- Los puestos callejeros a menudo carecen de condiciones adecuadas de almacenamiento, refrigeración y diversos medios que exponen a los alimentos a la contaminación de bacterias, por tanto, es común para las personas que comen en este tipo de lugares presentar una intoxicación alimentaria.

La principal diferencia que existe entre infección e intoxicación es que la primera se produce al ingerir alimentos con microbios y la segunda ocurre cuando se consume la toxina del microbio, lo que envenena al organismo.

Si bien muchas personas le atribuyen importancia a la higiene cuando escogen un puesto  de comida en la calle, los consumidores con frecuencia no tienen conciencia de los riesgos para la salud que dichos alimentos conllevan. 

Estas complicaciones van desde los más leves como diarreas, deshidrataciones y alergias en la piel. 

La fuente de contaminación puede ser excremento, pelo o algún otro desecho de animales como las moscas, cucarachas y ratas; así pues,  los alimentos potencialmente peligrosos son los ricos en proteínas, alto contenido de humedad como la leche y sus derivados, huevo fresco, carne, aves, pescado, mariscos, entre otros. 

En caso de presentar síntomas como dolor abdominal, de cabeza, fiebres, nauseas, vómito, dolor abdominal, debe acudir de inmediato con su médico y evitar el auto medicarse porque se puede disfrazar la enfermedad y el paciente empeoraría.

Alguna de las recomendaciones para evitar la intoxicación alimentaria son: 

Preparar alimentos de manera higiénica; no reciclar botes y botellas de refresco, crema, yogur u otros alimentos.
Descongelar adecuadamente carnes y mariscos
Revisar las fechas de caducidad de los productos empaquetados y al alto vacío, y no ingerir comida enlatada cuando el bote se encuentre golpeado o abombado.
Lavarse las manos cuando se regresa de la calle, antes y después de ir al baño, y antes de comer.
Desinfectar los alimentos y utensilios de cocina antes de usarlos, al igual que las mesas o cualquier superficie que toque el alimento.
No revolver el material de limpieza con la comida para evitar la contaminación química.
No mezclar los alimentos cocidos con los crudos, calentar los alimentos adecuadamente para matar los microorganismos
Limpiar las latas antes de destaparlas
No volver a congelar comida que se ha descongelado con anterioridad.
Cocinar o calentar la comida correctamente 
No dejar que los alimentos preparados pasen mucho tiempo a temperaturas favorables para la producción de bacterias, esto es, de 5 a 49° C 

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