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**Ya se veía venir, o por lo menos era algo que podía suceder. En política no hay nada escrito y se pierde o se gana por un voto, dicen, con mayor razón si se trataba de poco más de 40 votos de diferencia entre los contendientes a dirigir al Partido Acción Nacional estatal. Para ejemplo estaba la elección de Coyame, que en primera ronda quedó empatada en 666 votos y se resolvió finalmente por 94 votos del candidato del PRI sobre el del PAN. Así ocurrió en la contienda interna del PAN este domingo. De ganar "sorpresivamente" como dijo Cruz Pérez Cuéllar, la primera ronda, Héctor Ortiz se quedó atrás de Mario Vázquez por 235 votos. Curiosidades habrá muchas sin duda, pero llama la atención la votación en municipios como Praxedis G. Guerrero y Guadalupe y Calvo, donde la cargada para uno o para otro resulta notoria, al obtener el contrario uno solo de los votos que se registraron ahí. 

**Y hablando precisamente de cargadas, quien se ostentó como el culpable, perdedor, más importante que ningún otro, fue Cruz Pérez Cuéllar, en un lagrimoso post en su página personal de Facebook en el que da cuenta de su tristeza por la derrota de Héctor Ortiz. Pero no lo hace por haber estado detrás de la campaña del joven ex diputado, sino porque trascendió su llamada, distorsionada dice, con la diputada priista Laura Domínguez, y con ello por su "torpeza, ingenuidad o como se le quiera llamar al audio gate", que califica como "sin lugar a dudas el factor determinante de esta derrota". Una llamada que si bien no decía nada, lo dijo todo.

**Sólo con una bolita mágica podría saberse ahora cuál habrían sido el resultado no de no haber trascendido el audio entre Pérez Cuéllar y Domínguez, sino de no haber estado el ex dirigente estatal claramente atrás de la campaña de Héctor Ortiz, que si bien durante la última rueda de prensa antes de la votación de la segunda ronda dijo no ser un pelele de Pérez, debió haberse deslindado antes y desde luego debió ser de verdad, no sólo para calmar a voces como el ex gobernador Francisco Barrio y el senador Javier Corral, que desestimaron el proyecto de Ortiz tan sólo por ver detrás suyo tanto a Pérez como al ex alcalde Carlos Borruel; sino porque era obvio que tras esas voces venían más, de panistas que no quedaron muy contentos con su actuar en el tristemente célebre "cochinero azul" de 2012.

**Ahora que Mario Vázquez ganó de nuevo la dirigencia estatal del PAN ya prometió darle continuidad a su proyecto, sea el que sea, y hacer lo que no hizo durante tres años, lograr que "en 2015 y 2016 el PAN ofrezca esa alternativa que los chihuahuenses esperan", seguro la gubernatura está en su mente aun cuando en las pasadas elecciones el PAN perdió muchos de los municipios que tenía. Sobre los señalamientos de que el PRI estaba metido en ambas campañas, el tiempo y las futuras acciones del nuevo, o ni tanto, presidente. Anunció además una supuesta gira de "unidad" que para muchos es sólo un pretexto para pasearse, sobre todo cuando la unidad es a modo, pues los panistas, como todos los partidos, se unen y desunen según la conveniencia como lo demostró Pepe Luévano, virtual secretario general, antes coordinador de campaña de Miguel Riggs quien ahora era integrante de la planilla de Ortiz; sobre todo cuando la unidad es lo que menos tiene Acción Nacional aquí y en muchas partes del país, sobre todo cuando la historia del blanquiazul desde hace tiempo ha demostrado que no conocen el significado de la palabra "unidad". Atrás quedan pues filtraciones, audios editados, fotografías, reuniones con priistas y acusaciones a diestra y siniestra, vuelven al armario de donde habrán de salir de nuevo cuando haya otra elección interna o no.

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