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Chihuahua.- Luego de que resultó lesionado durante el estallido del coche-bomba que se registró el 15 de julio en Ciudad Juárez, Chihuahua, falleció por serias complicaciones de salud, el teniente del Departamento de Bomberos, Gabriel Cervantes Rojas.

El fallecido fue uno de los paramédicos que acudió al cruce de las avenidas 16 de Septiembre y Bolivia de la zona centro para atender de un balazo en la cabeza a un civil que fue vestido de policía para atraer a los agentes federales.

Mientras le daban los primeros auxilios al 'policía' que yacía sobre la banqueta, llegaron los agentes en varias unidades de la Policía Federal y momentos después, 'tronó' un vehículo particular que fue estacionado sobre el arroyo vehicular.

Tras el estallido, perdieron la vida en ese lugar, el supuesto policía, César Gabiño Aviña, el agente federal, Ismael Valverde Solares y el médico, José Guillermo Ortiz Collazo, quien vivía cerca de allí y había acudido para atender al señuelo.

El inédito bombazo ocurrido en esta frontera, dejó heridos a por lo menos 15 personas, entre las que destacaron, el periodista, Luis Hernández, varios agentes federales y el equipo de paramédicos encabezados por Cervantes Rojas.

La Dirección General de Protección Civil (DGPC) informó que el teniente falleció a causa de las lesiones que sufrió en ese ataque, "al acudir para atender un llamado de emergencia, donde se reportaba un policía lesionado por arma de fuego".

Cervantes Rojas, de 45 años de edad, fue intervenido quirúrgicamente en seis ocasiones, con el propósito de superar varias complicaciones que lo alejaron de su trabajo, y que lo postraron en una silla de ruedas, por lo que el año pasado pidió su retiro.

Precisamente, en la víspera de su retiro, el pasado domingo 14 de julio del 2013, Cervantes Rojas, acudió con su familia y compañeros de trabajo al tercer homenaje que se le rindió en el lugar del bombazo, al médico, José Guillermo Ortiz Collazo.

En aquel entonces, el (ex) comandante de la 5ª Zona Militar, Eduardo Emilio Zarate Landeros, dijo que el artefacto fue activado por una persona que pudo apreciar el momento en que se encontraban reunidos los agentes federales en ese lugar.

En tanto, el ataque que cimbró a las instituciones de los tres niveles de gobierno, sigue sin ser esclarecido, a pesar de la detención de varias personas. Otras cinco, fueron liberadas tres años después, al comprobarse que fueron torturadas para involucrarlas en el coche-bomba.
Milenio

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