Chihuahua.- Con un discurso sin ángel, leído sin más sentimientos que la obligación pública de un ente ajeno, en un recinto que resultó insuficiente y que además fue cerrado en su primer acceso, y con la presencia de actores que nada tenían que ver con el evento, el Ayuntamiento de Chihuahua ofreció esta mañana la ya famosa disculpa pública, que le convino la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en su recomendación por el accidente ocurrido durante el Extremo Aeroshow 2013, el cinco de octubre de 2013.
Una sala de Cabildo abarrotada más por funcionarios y prensa que por las víctimas que apenas sumaron cerca de 50, fue el escenario para que con un solo punto en el orden del día, el Ayuntamiento realizara una sesión extraordinaria para ofrecer esta disculpa pública en la que sin embargo, jamás se escuchó la palabra culpa ni responsabilidad que no fuera con un tono más que de condolencia que de verdadera aceptación de la culpa, de una culpa que si bien le era ajena al alcalde, fue depositada por la CNDH tras el análisis de los sucesos ocurridos el año pasado.
No obstante, ahí no estaba ninguno de los funcionarios que ahora son denunciados de manera penal por su omisión en aquellos hechos, mucho menos el ex alcalde Marco Quezada, que se dice ahora inocente de todo delito y con la consciencia tranquila.
En su mensaje, que alguien más le escribió como acusaron familiares de algunos deudos, el alcalde Garfio envió una palabra de aliento, pero no de solidaridad, ya que a pesar de señalar que se han emitido varios acuerdos, de la indemnización a los deudos no se escuchó nada.
Si en algún momento expresó la palabra responsabilidad fue para decir que “el Ayuntamiento asumimos la responsabilidad” aunque no especificó la responsabilidad de qué, ni tampoco se refirió nunca al accidente por su lugar y fecha, como tampoco a las recomendaciones específicas que hizo el titular de la CNDH Raúl Plascencia Villanueva.
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