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Cuauhtémoc, Chih.- ¿Se ha fijado usted cómo es el queso bueno? Se dice que el "chafa" se derrite como manteca, mientras que el bueno -el que está elaborado con leche- hace hebras. Y de chiste, las amas de casa que son unas excelentes conocedoras, hasta hacen la broma con sus hijos, y les cuentan cuentos en los que antaño, las líneas telegráficas y telefónicas eran hechas de hebras de queso entre poste y poste.

La diferencia es, entonces, la leche. Un buen queso es cien por ciento de leche.

Se dice fácil, pero los productores de queso de calidad han tenido que dar una batalla de muchos años para que se les reconozca su producto.

Así es que si en la etiqueta no dice "QUESO", no lo es. Algunas imitaciones dicen con letra muy chiquita, como para que no se lea: "Producto alimenticio imitación queso". Ahí está justo el detalle.

Peter Wiebe Rempel, propietario de la Quesería América, localizada en el Campo 2-B en el municipio de Cuauhtémoc, considera que el queso menonita debe seguir siendo cien por ciento natural.

Recientemente, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realizó una investigación en las procesadoras -que suman alrededor de veinte en esta zona-, un muestreo en el cual, la de Wiebe salió muy bien librada.

A diferencia de otras que emplean productos químicos, lactosuero y grasa vegetal, la Quesería América continúa con la tradición de elaborar sus productos con pura leche que contiene importantes proteínas.

Con 30 años de existencia, se ha impuesto como una de las principales productoras y distribuidoras del famoso queso menonita, que es del tipo Chester, es decir, que hace hasta hebras y es ideal para quesadillas y pizzas.

Su exquisito sabor llega a entidades como Sinaloa, Baja California, Distrito Federal, Jalisco, Nuevo León y aquí en el estado, a Cuauhtèmoc, Chihuahua y Ciudad Juárez.

"Lamentablemente, muchas empresas están poniendo químicos sustitutos a los quesos. Nosotros preferimos seguir como siempre, porque así es como nos conocen los consumidores.

"El de nosotros -agrega-, es de leche pura de vaca, lo elaboramos con ’El Sello de Oro’, el cual también fabricamos aquí".

Recuerda Peter Wiebe que sus padres empezaron en el negocio con dos toneladas 300 litros de leche, y en contraste, en la actualidad producen 43 toneladas de queso diarias, en las que 10 litros de leche se destinan para un solo kilogramo de queso.

"Todo eso es para tener un buen producto: ¿Para qué van a comprar un kilo de queso con la mitad de grasa? Todo debe ir junto".

En la Quesería América laboran alrededor de 34 personas, unas hacen la "masa", otras pasteurizan y otras más reparten el producto. El proceso consiste en cuajar la leche en una tina, en la cual se acopian alrededor de 5 mil litros. Tras cuajar, la muelen para ponerle sal y luego se pasteuriza en moldes con manta. Posteriormente, sale el sueroy se queda la cuajada.

Finalmente, se realiza el empaque al alto vacío. El queso reposa por espacio de dos días para después ser presentado en forma de rueda o de barra.

¿Por qué se vende tanto el queso menonita? "Es un queso bueno. Tiene buena calidad y es caro, porque no se compara con los que tienen sustancias con las que lo adulteran.

"Nos están dando la oportunidad. Si no nos hubieran apoyado los consumidores de la ciudad, no hubiésemos crecido, subrayó Peter Wiebe Rempel.

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