Chihuahua.- “El crecimiento de México en Latinoamérica como potencia económica no ha tenido un avance considerable desde la década de 1970, y es preocupante pues potencias como Brasil y Perú se colocan por encima de nuestro país en materia económica”, señaló hoy en Chihuahua el ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, al participar en el encuentro de Empresarios IEM 2014.
Con la firme convicción de que las reformas estructurales no serán necesarias por sí solas, Zedillo lamentó que mas del 55 por ciento de la fuerza de trabajo está centrada en áreas que no crecen y que incluso en los últimos años han decaído año con año y eso trae como consecuencia que la productividad tenga un crecimiento muy bajo.
Resaltó además la inconveniencia de tener “un sistema de seguridad social y precario que está subsidiado por la sociedad”, ya que dijo que “lo que está mal es tener seguridad social de primera y seguridad social de segunda y hacer que unos paguen por las dos. Tenemos que transformar el esquema de incentivos económicos para que no resulte gravoso emplear gente en el sector formal y no resulte atractivo mantenerse en el sector informal de la economía”.
El economista hizo un detallado análisis acerca las economías mundiales y su relación con México, instando a los empresarios a reconocer que hay un requilibro del poder económico y que las economías, se encuentran en una transición que no podría explicarse sin ver la globalización y las economías mundiales.
Agregó que “en realidad si bien es cierto que las economías latinoamericanas en su conjunto tuvieron un crecimiento apreciablemente mejor, ese mejor desempeño, en relación a nuestro propio desempeño no ha sido suficiente para que nos montemos en una trayectoria de convergencia económica hacia los países desarrollados y en relación a economías competentes más dinámicas, han cerrado una brecha con nosotros y nos han superado”.
Sin embargo, Ernesto Zedillo reconoció que México, a partir de los años 80, ha buscado de manera constante abrirse a la economía mundial logrando superar crisis que podrían haber sido mayores y que se evitaron gracias al Tratado de Libre Comercio y a la decisión del país, de insertarse en la economía comercial, y es que “para derrotar la pobreza extrema debe haber crecimiento y prosperidad económica”.