Chihuahua.- Alrededor de 700 familias huyeron de Milpillas y Las Chinacas, comunidades pertenecientes al municipio Chínipas, luego de la acometida de un nuevo grupo delictivo.

El pasado domingo 20, hombres armados ingresaron a ambos pueblos, asesinaron a dos hombres, quemaron tres casas y balearon una más que se encontraba vacía. Tras los hechos, los pobladores salieron despavoridos de sus casas.

“En la huída le cayó una bala a un niño de nueve años y hay más niños heridos. Hubo dos hombres muertos y otros desaparecidos, sólo se quedaron los familiares que iban a sepultar a los que mataron y los papás de dos jóvenes que levantaron”, relató una vecina.

Los pobladores de Chínipas se habían acostumbrado a cargar con el miedo y la incertidumbre frente a las acciones de grupos delictivos en la zona, pero el pasado jueves 3 el miedo empezó a calar cuando tres líderes del grupo que domina la zona, “Los Salazar”, fueron ejecutados a las afueras de Milpillas.

Se trata de Jesús Guillermo Vega, de 50 años de edad; Abel Olivas Ramos, de 49, y Édgar Muñoz Rodríguez, de 38. Dos de ellos fueron calcinados.

“A partir de ese día la situación se complicó más. Primero tuvieron que irse las familias de los muertos, y con el paso de los días dijeron que ya se habían ido otras 15 (familias) y así se iban yendo cada vez más. (Los delincuentes) Comenzaron a presionar a las comunidades y ha habido varios enfrentamientos. La gente empezó a sentir más miedo y abandonaron los pueblos”, añadió ‘María’ (nombre ficticio). Entonces inició el éxodo.

Algunas autoridades incluso recomendaron a los pobladores que se fueran porque se esperaba un enfrentamiento mayor entre “Los Salazar” y el nuevo grupo criminal, y les dieron tres horas.

“La estampida (del domingo 20) fue difícil, muy dolorosa, porque dejaron todos sus hogares, sus tierras, fue un drama. El camino hacia Álamo y Navojoa (de Sonora) era un desfile de carros. Fue muy triste”. Pero sólo así lograron salvar la vida decenas de familias completas.

Desde entonces las escuelas están cerradas. Días antes la tienda que surtía al pueblo fue saqueada y ya no había alimentos. Los delincuentes vaciaron el pueblo.

De acuerdo con los pobladores, los agresores golpearon a la gente que no pertenece a grupos delictivos, pero también se fueron contra algunos que “están en el negocio”. Esos sujetos, dijeron, no pertenecen al grupo de “Los Salazar”, sino a otro que llegó del estado de Sinaloa para pelear la plaza después de la fuga de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán. Algunos más aseguran que se trata de gente de Rafael Caro Quintero, quien dejó la cárcel el 9 de agosto de 2013, después de 28 años en prisión.

“En esta ocasión no es gente de Milpillas que estén enojados entre ellos, es gente que llega de Sinaloa. La gente de Milpillas no está enojada entre ella misma, viene de Sinaloa a pelear la plaza”, aseguró ‘Josué’, otro campesino del municipio.

Según los habitantes del lugar, la mayoría de la gente siembra enervantes en esa comunidad. Se naturalizó y legitimó con el paso del tiempo, pero de un tiempo acá, los grupos delictivos se volcaron contra los ciudadanos.

El líder de “Los Salazar” que durante años operó en los municipios de Urique, Guazapares y Chínipas es Alfredo Salazar, preso en Almoloya de Juárez. El grupo es operado actualmente por un tío de aquel, que ahora deberá hacer frente a los criminales del cártel de Sinaloa que llegaron para quedarse con la plaza.

En Milpillas vivían alrededor de 400 familias (unos mil 500 habitantes) y en 300 Las Chinacas 300. Todos huyeron.

En un comunicado difundido ayer, la Fiscalía General del Estado (FGE) dio a conocer que en la comunidad Milpillas los habitantes informaron a las autoridades investigadoras que personas armadas “saquearon tres domicilios y victimaron a Rodolfo Burgos Hermosillo, de 73 años, quien se desempeñaba como policía municipal en esta localidad (…) Los domicilios saqueados tenía impactos en las puertas que dañaron para acceder al interior. En ellos localizaron siete casquillos percutidos calibre 7.62×39 y tres de escopeta calibre .12. En el exterior de una casa localizaron una pick up Chevrolet pick-up blanca sin registro de serie, ni matrícula, calcinada en su totalidad, además de un animal muerto”, destacó.

Luego de hacer recorridos de vigilancia, elementos del Ejército y policías municipales de Chínipas acudieron ayer a Tecorahui, donde reportaron la presencia de sujetos armados.

Según la FGE, cuando los agentes estatales se dirigían hacia Tecorahui, pasaron por la comunidad de San Antonio –ubicada cerca de la cabecera, a unas cuatro horas de Tecorahui– y fueron recibidos a balazos por hombres armados que se encontraban en un domicilio. Los agentes repelieron la agresión y cayeron dos delincuentes, apuntó.

Uno de los hombres abatidos es Arabel Vega Lagarda, de 42 años, con domicilio Milpillas, quien portaba un arma larga marca Norinco. El otro hombre, con un arma larga Colt AR-15, aún no ha sido identificado.

Desde hace diez días, los pobladores de la comunidad de Tecorahui, del mismo municipio de Chínipas, se encuentran incomunicados porque los delincuentes tienen tomado el pueblo y no dejan entrar y salir a nadie.

“Un señor que logró salir pudo llegar a la cabecera y pudo relatar lo que sucede, pero hasta ahora no sabemos nada de las maestras ni de nadie que vive ahí. No entran llamadas de celular ni hay manera de comunicarse”, refirió una persona que pidió el anonimato.
Proceso
 
Top