Chihuahua.- La primera mujer que, en un mundo dominado por los hombres, se dedicó al periodismo en Chihuahua, Martha Margarita Rojano falleció este sábado, víctima de un paro respiratorio, a sus muchos años, porque a ella no le gustaba decir cuántos cumplía, para qué si los años son sólo un adorno de la historia. Se reproduce aquí una entrevista realizada a Rojano por Patricia Mayorga.

"Apasionada de la música, de la literatura y del periodismo, Martha Margarita Rojano fue la primera mujer reportera en Chihuahua y trabajaba en El Heraldo. Hoy manifiesta que al periodismo actual le falta hacer crónica para que la gente que lee viva la situación, porque es así como se escribe la historia.

"¿Cómo conoceríamos la vida de Jesucristo si no hubiera habido cronistas?".
Hace más de cincuenta años el periodismo vio surgir otro estilo en Chihuahua, desde la tinta y expresión de una mujer: Martha Margarita Rojano, originaria de Cuernavaca, Morelos.

Decana del periodismo, es una profesionista que entendió el oficio como una responsabilidad social. A ella le correspondió abrir espacios para la mujer en una actividad que hasta aquel entonces estaba ocupada por hombres.

Por invitación de Fidel Cruz Solís, ella ingresó a El Heraldo como reportera de sociales, acababa de egresar del Colegio Palmore. "La mejor cronista de sociales era Ángela Roldán de Calles". Porque en la sección de sociales, que entonces ocupada unas páginas de la sección local, hacían crónicas, escribían columnas y reseñas entretenidas e interesantes sobre la vida social de Chihuahua. "Me dejó muchas satisfacciones, el hecho de haber hecho columnas políticas, como Marejada Política-, escribir sobre libros, manejar en esa sección lo que la gente leía y hacerlo con cierta amenidad, fue siempre muy positivo".

Quienes hacían periodismo en aquella época en el medio, alrededor de los años 50, además de Martha Margarita, eran Blanca Pinal en el periódico Tribuna y Juan Zubía en el programa de radio Carnet Social, él trabajó posteriormente en el Heraldo.

Después de cinco años en Sociales, ella misma pidió entrar al área de información general, la cual había sido desempeñada sólo por hombres. "Un día supe que en realidad quería estar en el periodismo y si quería evolucionar necesitaba cambiarme. Quería hacer carrera en el periodismo. Dijeron que una mujer no iba a poder y me dieron ocho días de prueba. Me quedé muchos años".

Martha Margarita pidió cubrir las fuentes de salud y la militar, su hermano era médico militar. Y un primero de mayo comenzó a trabajar en la redacción con Esteban y Óscar Ruiz, Joaquín González, Pepe Portillo, Óscar W. Ching Vega, Andrés Páez, Roberto Gabaldón, Alfonso Aldape, Octavio Sandoval, entre otros. "Todos llevaban bien puesta la camiseta".

"Mi vida cambió radicalmente en el aspecto social. De decenas de ramos de flores que recibía en sociales, como una manera de gratularse de los lectores, el día que me cambié a información general, sólo recibí un telegrama del jefe de Policía".

El reto para ella fue ajustarse al medio. "No es posible que llegues esperando un trato preferencial por ser mujer, tienes que entrarle a reportear. A mí nunca me trataron mal los hombres, nunca practicaron el palo encebado, no me ayudaron pero no me metieron zancadillas. Hice buenos cuates".

A Óscar W. Ching Vega lo recuerda como un reportero sui géneris y destacado por su trabajo. "Era aventado e inteligente, desarrollaba personajes dentro del periodismo, por su manera de escribir. Hacía reportajes interesantes, la gente lo leía mucho. "Cuando sacó los restos del general Villa en Parral, a mí me tocó pasar la información a México".

Al reportero lo comisionaron para exhumar los restos del Centauro del Norte y llevarlos al Monumento a la Revolución. Martha Margarita ya estaba casada, su esposo era Samuel Villa Reyes, coronel del Ejército y pagador militar, hijo de Francisco Villa.

Entre otros casos que le tocó cubrir se encuentra el asalto a Madera en 1965 y otros acontecimientos fuertes que dejaron huella honda entre los chihuahuenses.

Ese panorama les brindó mayor libertad de expresión, así como los acontecimientos políticos de 1983 a 1985, porque fueron un parte aguas político en Chihuahua y que tuvo efecto en el país. Ella fue prima de Diego Lucero. "Yo viajaba mucho a la sierra. La mayor parte de la gente importante de Chihuahua pasó por nuestra pluma".

Con los primeros fotógrafos que salió a reportear fueron Inocencio "Chenco" e Ismael "Chicón Chicón" Villalobos, quienes se convirtieron en maestros de los fotógrafos que llegaron después de ellos. Por lo general, le tocaba ir a la sierra con Ismael Villalobos, quien lideraba a los tarahumaras.

Para ella tuvo la misma importancia entrevistar a empresarios destacados, políticos y a la gente común de la sociedad, quienes desempeñaban los diferentes oficios. Así cubrió fuentes como salud, militar, policiaca y Gobierno.

El desempeño en el periodismo, opina, requiere de cultura general, por lo que el hábito de la lectura fue su principal aliado durante la época activa que trabajó como periodista.

Cuando Martha Margarita se desempeñaba como reportera, llegaron nuevas generaciones de periodistas como Javier Contreras, Carlos Mario Armendáriz, Ricardo Luján, Raúl Lechuga, Felipe Fierro, José Luis Jáquez, entre otros.

Existía El Heraldo y su competencia era El Norte, donde laboraban periodistas como Luis Fuentes Molinar, José Mexuerio, entre otros.

Ella entrevistó a personalidades como los expresidentes Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo y Miguel de la Madrid Hurtado, así como los gobernadores de Chihuahua, desde 1956. Entre las mujeres reporteras con las que trabajó se encuentran Diana Silvia Fuentes, Toñeta Pinal y Graciela Ortiz.

Cuando ingresó a El Heraldo, éste pertenecía a la cadena García Valseca, conoció al fundador del periódico, Alberto Ruiz Sandoval, así como a uno de los primeros reporteros del matutino, Gilberto Tapia, "a quien le debe El Heraldo su circulación". Él cubrió el caso del niño Fidencio.

Le pidió a Alberto Ruiz, que era el director en ese entonces, que lo enviara a cubrir el caso (en Nuevo León), todavía no era cadena García Valseca. Sólo llevaba su máquina de escribir y desde un lugar apartado mandaba información cada tercer día porque con esa frecuencia salía el periódico. Hizo once reportajes, pero la gente comenzó a exigir más y tuvieron que publicar diariamente. Eso es lo que hace la crónica, la gente conoce la situación. Hacía reseñas de los políticos y gente famosa que iba a ver al Niño Fidencio".

Posteriormente, Martha Margarita trabajó con directores como Carlos Loret de Mola.

"Una vez hubo un problema con el periódico y el gobernador Giner. Cuando el fotógrafo de El Heraldo iba a cubrir alguna rueda de prensa o comida donde estaba él, ponía un florero frente al general para que no saliera en la foto porque así le decían. Un día, el gobernador le dijo al fotógrafo ´espérese, déjeme traer el florero para ponerlo enfrente´...".

También trabajó bajo la dirección de Humberto Martínez Vargas, Noel Aldrich Solano, Guillermo Asúnsolo y Carlos Figueroa.

Le tocó como jefe de información Alejandro Irigoyen, quien posteriormente también fue director de El Heraldo.

Recuerda que el respeto a los reporteros era mucho. "Luchábamos por la exclusiva, por la información. Ahora es una maravilla vivir en este tiempo por la tecnología, pero antes peleábamos más la nota, ahora hace falta más crónica y reportaje. Y con la tecnología, tienen más ventajas. Por ejemplo, la noticia de Kennedy tardó un día en conocerse en todo el mundo y la de Michael Jackson se dio a conocer en cuestión de segundos".

Sin embargo, indica que el "chayote" antes era muy común entre algunos periodistas. "En una ocasión me tocó cubrir una nota del DIF nacional con Blanca Patricia Clark de Flores. Pasó una persona de su equipo y me dio un sobre, cuando vi que traía dinero me ofendí y le dije ´oye, ¿qué te pasa? Soy de El Heraldo´, muy digna me fui. Pero en la tarde me llegó un ramo de flores y abajo traía otro sobre con más dinero. La persona me entendió que me había enojado porque se me había hecho poco, pero yo estaba enojada por la prebenda. El chayote era una práctica que veían normal".

Después de laborar en El Heraldo, Martha Margarita fue vocera del ISSSTE durante años, dependencia a la que le debe su jubilación. Hasta su retiro del periodismo, laboró como reportera en el noticiero Cinco a la Hora, de Radiorama de Chihuahua, que dirigía José Luis Muñoz Pérez.

Ella es la decana del periodismo chihuahuense, abrió espacios a las mujeres que ejercen el oficio en el estado de Chihuahua;  hoy las mujeres ocupan espacios periodísticos a la par de los hombres".
Descanse en paz
 
Top