Un día sin camiones

Chihuahua,- Sin camiones de transporte, gente esperando en las paradas y ni siquiera manifestaciones por el paro de labores que realizaron los choferes, la ciudad lució rara este miércoles. algo faltaba indudablemente, y algo más grande se hacía presente: la solidaridad de los chihuahuenses.

Alertados quizá por las noticias desde la noche previa, los usuarios pudieron preveer que no sería fácil llegar al trabajo o a cualquier punto al que fueran, y a eso concentraron sus baterías, a buscar solución a su problema, y no crear más, como pudo ser fácil que ocurriese, como ocurre en otras partes del mundo cuando algo no sale como uno quiere, y la manifestación de esa frustración no siempre resulta tan pacífica, pero Chihuahua fue ejemplo de ello.

Para las diez de la mañana había poca gente en las paradas y es que para entonces ya muchos habían habilitado sus vehículos para transportar no a pocos usuarios, como lo hicieron también varias unidades de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, que si bien es su deber, es lo que más se resalta cuando hay paro de labores, pero muy pocas veces se dice algo del ciudadano común que, sin averiguaciones ni miramientos, ofrece un lugar en su auto para ayudar al prójimo.

Los que sí de plano nunca faltan, ya solidarios también, ya aprovechados de la situación, son los políticos, y no hubo muro de Facebook de candidatos en campaña que no colocaran una foto "casual" ayudando también a la gente varada en las paradas y estaciones, que vivió un día más sin camiones.

Como tampoco faltaron diálogos al puro estilo Rulfiano:

-ahora los choferes están muy calmados

-están en la Terminal Norte, presionando al Gobierno, y mientras la gente batallando

-al Gobierno le vale madre la gente

-...

Y la gente también comprendió las razones de los choferes, que volvieron a caer en las mismas promesas de las "autoridades" para resolver el problema, y firmaron de nuevo los mismos acuerdos que los han llevado ya otras veces al paro de labores, ahora con la novedad de que si no cumplen, otra vez, ya no podrán volver a parar el sistema de transporte.

Se requieren compromisos sí, pero aún más acciones concretas, tanto para mejorar las fallas que aún persisten sobre todo en las rutas alimentadoras como para que los choferes puedan hacer su trabajo en buenas condiciones, pero sobre todo para que la gente no se quede con esa sensación de que el mundo puede caerse a pedazos y al Gobierno le vale madre.