Chihuahua.- El ex presidente Felipe Calderón recordó la llegada de don Luis H. Álvarez a la Ciudad de México, y cómo fue su paso exitoso como empresario y sobre todo como político, a grado tal de considerarlo como “el más grande de los constructores de la democracia en México”.
De visita en Chihuahua para participar en las honras fúnebres de don Luis, Calderón recordó que “llegó en los tiempos del autoritarismo como un ciudadano tratando de emprender, de producir y vender pantalones de mezclilla y fue exitoso, cuando se atrevió a enfrentarse al Gobierno sufrió todo tipo de persecución, le reventaron su empresa, le armaron huelgas y auditorías injustificadas, y eso no lo medró”.
Recordó que además de ser el primer alcalde de oposición de Chihuahua, “fue candidato a la gubernatura muy joven y a la Presidencia muy joven también, sufrió cárcel incluso en su campaña, atentaron contra su vida y aun así levantó un caudal de votos que el Gobierno tapó de manera ilegal".
Para Calderón, la huelga de hambre que realizó don Luis en Chihuahua “marcó el inicio de la transición democrática en México, que dos años después tendría un momento muy importante en la elección de 1988 es la figura que aglutina a los líderes de oposición de como Cuauhtémoc Cárdenas, Rosario Ibarra, Manuel Clouthier, Heberto Castillo, todos confían en él”.
Una tercera etapa que el ex presidente destaca de quien hasta su muerte fue el líder natural del panismo en Chihuahua es que también fue el líder de la transición pacífica en México “donde asume los riesgos y los costos de dialogar, de negociar con el gobierno con dignidad y con principios para que México tuviera finalmente una reforma política, un proceso que él inicia en 1988 y concluye en 1996. Lo vamos a extrañar sin duda, porque personas como él siempre harán falta”.
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