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Foto: Cortesía
Chihuahua.- Al mediodía sonó la alarma puntual, para alertar de un conato de incendio que se suscitó en el tercer piso del inmueble, a causa de una falla en el sistema eléctrico; había que sacar rápido a la gente, romper el récord de 4:40 minutos, logrado hace seis años, en el último simulacro que había realizado hasta hoy, el Congreso del Estado.


Poco a poco la gente fue saliendo, formados uno tras otro, tratando entre risas de recordar la capacitación “¿era por la derecha o por la izquierda?”, mientras algunos portaban ya el chaleco que los identificaba como parte de la brigada, o de los observadores; y a los alrededores del Congreso se instalaban los 16 elementos de Vialidad, 15 en su unidad y uno a pie para apoyar.

En poco más de cuatro minutos, los 36 elementos del Congreso ubicados en todos los pisos, 12 elementos de seguridad, seis de primeros auxilios y dos personas capacitadas como bomberos; lograron guiar a 273 personas, 63 de ellas visitantes, al punto de reunión, identificado frente a la Catedral, donde también se vieron a los diputados Javier Malaxechevarría y Rocío González, porque además, según contaron, ninguno de los 33 legisladores tomó la plática de prevención.

En seis años, por la remodelación hecha a la Plaza de Armas según se dijo, no se había realizado ningún otro simulacro después del de 2011 cuando se reprodujo una amenaza de bomba, y la gente salió en 4:40 minutos, apenas diez más que hoy, lo que mereció la aprobación de Protección Civil, que llegó con seis elementos, cuatro unidades, un comandante coordinador y un observador en la persona del coordinador Virgilio Cepeda.

Ya afuera, y con un aironazo que no fue invitado, pero que llegó a tiempo también, cerca de la mitad de los empleados que tiene el Congreso, alrededor de 500, se mantuvo expectante, mientras que del edificio se vio salir el agua para sofocar el incendio, y los tres lesionados eran sacados para recibir los primeros auxilios, por parte de los diez técnicos en urgencias médicas, tres especialistas, una enfermera y un médico de urgencias, integrantes de la Unidad de Rescate de Gobierno, que asistieron en tres ambulancias.

Y ahí encima, entre curiosa y sorprendida, la gente que pasaba por ahí a esa hora que quedó fuera del cordón amarillo de “no pasar” y no sabía, ni tenía por qué saberlo, que todo se trataba de un simulacro, pero que sacó sus más negros deseos “qué bueno, ojala se quemen todos los diputados”, y uno de los dos legisladores presentes, al contrario, invitó a que estos ejercicios se hagan también en casa para saber al menos, cómo reaccionar.

Y fue eso precisamente lo que faltó, el saber cómo responder a un ejercicio de este tipo, cuando se vio incluso a personas, que debían estar enteradas y pudieron haber tomado una plática de prevención, no respetar las áreas ni atender las instrucciones de los elementos policiacos de la Fiscalía General del Estado, que envió a más de 20 elementos del área preventiva; dos instructores de la Escuela de Policía, dos paramédicos y una ambulancia de la Policía Estatal Preventiva.

Más allá, mucha gente no supo por qué la ruta de transporte fue desviada desde la estación IMSS hasta la estación Justicia, otra quizá no supo que se trataba de un simulacro y seguramente no faltó quien pasara los datos mal, porque a veces se desprecia información valiosísima que en algún momento dado puede ayudar a salvar incluso la vida; aunque en este caso, los tres “lesionados” del incendio en el Congreso del Estado se encuentran perfectamente bien. 


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