El próximo año se elegirán a casi cinco veces el número de funcionarios públicos que se elije en 2017, incluyendo la totalidad del Poder Federal, quedando en elección de un Presidente, nueve gobernadores, 508 diputaciones de mayoría relativa en los estados, más los 500 de la Cámara de Diputados, y 347 de representación proporcional o "pluris", más los 128 escaños en el Senado; así como 1537 Alcaldías.
En nueve entidades federativas se elegirá gobernador o jefe de Gobierno; en dos gobierna el PRI: Jalisco con Aristoteles Sandoval y Yucarán con Rolando Zapata: en tres el PAN: en Guanuajuato Miguel Márquez, en Puebla Antonio Gali y en Veracruz Miguel Yunes; en tres el PRD: en Ciudad de México Miguel Mancera, en Morelos Graco Ramírez y en Tabasco Arturo Núñez; y en uno el PVEM, en Chiapas Manuel Velasco.
De acuerdo con Públik Consultores, los resultados de la elección servirán como parámetro de evaluación de las dirigencias partidistas y las expectativas para el proceso de 2018. Será el primer proceso electoral que coordinen Enrique Ochoa (PRI) y Alejandra Barrales (PRD).
El PRI llega con tres pasivos: un Presidente de la República con aprobación en mínimos históricos, casos de corrupción de gobernadores que siguen abiertos y el impacto negativo generado por el gasolinazo de principios de este año.
El PAN, si bien competitivo, enfrenta conflictos internos importantes. El trasfondo de los procesos electorales de 2017 es la disputa por la candidatura presidencial del próximo año a la que aspiran el actual presidente –Ricardo Anaya–, el ex gobernador de Puebla –Rafael Moreno Valle–, y Margarita Zavala.
El PRD se encuentra fragmentado y, probablemente, en la peor crisis interna de su historia. La salida de figuras relevantes, sobre todo de senadores, y el avance de Morena como principal opción de las izquierdas, permiten suponer que la meta razonable de ese partido para 2018 es no perder el registro y que, para esos efectos, buscará mantener su política de alianzas.
Morena, alrededor de la figura de AMLO, continúa posicionándose, con niveles muy competitivos en el Estado de México. Las candidaturas independientes han tenido nulo protagonismo este año.
El proceso electoral estará marcado por una agenda institucional compleja alrededor de los
siguientes temas:
1. La confianza en las instituciones. En este abril se nombrarán a tres consejeros Electorales del INE que podrían redefinir los equilibrios internos de gobernabilidad. Estos procesos, además, serán calificados en su totalidad por una nueva Sala Superior del Tribunal Electoral –actualmente fuertemente cuestionada en materia de
retribuciones–.
2. Las posibilidades de una nueva reforma electoral. A partir de las propuestas de reducción de legisladores federales para que sea aplicable en la elección de 2018.
3. El modelo de comunicación política y la fiscalización de campañas. Cuestionamientos sobre las reglas de promoción y seguimiento efectivo de los gastos irregulares para la compra de votos.
4. Riesgos de seguridad. Particularmente en la zona norte, en donde está vigente un proceso de reconfiguración de liderazgos en el Cártel de Sinaloa y el de los Beltrán Leyva.
En el segundo semestre de 2017 dará inicio el proceso electoral federal, y los resultados de
este año podrían arrojar pistas sobre los términos de la contienda.
Con información de Públik Consultores
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