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El acoso sexual en la oficina es un problema más común de lo que crees. ¿Qué hacer si sucede en tu trabajo?

El acoso sexual es un atentado contra la dignidad, la salud física y psicología de la mujer, que además tiende a sentirse culpable y menospreciarse. Produce un efecto devastador sobre la salud, la confianza, la moral y el rendimiento de las mujeres que lo padecen.

Definición del acoso sexual

El acoso sexual es la intimidación o coerción de naturaleza sexual, o la promesa no deseada o inapropiada de recompensas a cambio de favores sexuales. En la mayoría de contextos jurídicos modernos, el acoso sexual es ilegal.

Según la Asociación Americana de Mujeres Universitarias, “el acoso sexual describe avances sexuales no deseados, peticiones de favores sexuales u otras conductas verbales o físicas de naturaleza sexual”. Es ilegal porque es una forma de discriminación sexual que viola el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964.

El acoso sexual “es una forma de violencia que atenta contra la integridad física, psicológica y económica de las mujeres, y afecta las oportunidades de desarrollo y la posibilidad de desenvolverse en un ambiente sano, digno y seguro”.

La diretiva 2002/73/CE del Parlamento Europeo define como acoso sexual la situación en que se produce cualquier comportamiento verbal, no verbal o físico no deseado de índole sexual, con el propósito o el efecto de atentar contra la dignidad de una persona, en particular cuando se crea un entorno intimidatorio, hostil, degradante, humillante u ofensivo.

El acoso sexual puede perjudicar a personas de ambos sexos, pero estadísticamente la mayoría de denuncias son de mujeres, ya que los hombres lo ven como un signo de debilidad. Los principales acosadores son hombres que ejercen este tipo de comportamiento en ambientes laborales, aunque ellos también lo llegan a sufrir.


Estadísticas de acoso sexual en el lugar de trabajo

Según un reporte de acoso sexual en la oficina de TUC:

Más de una de cada cuatro (28%) encuestadas fueron objeto de comentarios de naturaleza sexual sobre su cuerpo o ropa en el trabajo.

Una quinta parte (20%) sufrió avances sexuales verbales no deseados en el trabajo.

Aproximadamente una persona de cada ocho (12%) experimentó contacto sexual no deseado o intento de besos en la oficina.

El 17% de las víctimas sufrió acoso sexual de un supervisor directo.

El 27% de las víctimas sufrió acoso sexual de un compañero de trabajo.

El 8% de las víctimas sufrió acoso sexual de un empleado menor.

El 12% de las víctimas recibió amenazas de terminación del contrato si no se cumplía con la petición sexual buscada por el acosador.

Una encuesta de más de 200 mujeres que trabajan en las compañías más conocidas de Silicon Valley encontró que el 60% ha sufrido acoso sexual en el trabajo. Un estudio más amplio realizado por Cosmopolitan en el año 2015 encontró que una de cada tres mujeres reportaron haber sido acosadas sexualmente en el espacio laboral.

¿Qué tan común es el acoso sexual en la oficina?


¿Quién hace el acoso sexual en la oficina?


Formas de acoso sexual en la oficina


Steve Cadigan, fundador de Cadigan Talent Ventures, quien fue ex VP de talento en LinkedIn, ha investigado decenas de demandas de acoso a través de los años, y ha encontrado que hay algunos malentendidos sobre el tema.

En primer lugar, señala que una demanda de acoso sexual no tiene que incluir un comportamiento que es de naturaleza sexual. “Según la ley, el acoso sexual está creando un ambiente de trabajo hostil que por definición es bastante amplio”, dice Cadigan. También se puede hacer contra un compañero de trabajo que es del mismo sexo.

En los Estados Unidos, a pesar de que la ley ha estado vigente durante más de 50 años, el acoso persiste, dice Catherine Tinsley, porque “los hombres tienen más estatus social”. Tinsley, profesora de gestión en la Universidad de Georgetown Escuela de Negocios McDonough, dice que tales avances sexuales son un juego de poder y una manera de poner a una mujer que está siendo particularmente “engreída” en su lugar. “Eso no es lo que debería ser”, subraya. Por eso es importante reportar cualquier caso de hostigamiento. Por supuesto, el acoso sexual no solo le sucede a las mujeres, pero lo viven más a menudo. En 2013, por ejemplo, más de 10.000 acusaciones de acoso sexual fueron presentadas a la Comisión de Igualdad de Oportunidades de Empleo (EEOC), el 82% de ellas provenientes de mujeres.

10 pasos que debes seguir si eres víctima de acoso sexual en el lugar de trabajo

Cadigan ofrece 10 pasos prácticos que alguien debe tomar si ha sido acosado sexualmente en la oficina.

1.- Leer cuidadosamente la política de la empresa y la ley sobre acoso sexual (si es que hay) en tu estado o jurisdicción, e imprimirla. Eso normalmente incluye tus derechos, protecciones contra represalias y un esquema de lo que sucede si se hace una denuncia.

2.- Averiguar si la compañía tiene una política que proteja a los denunciantes de represalias. Si existe, léela e imprímela.

3.- Determinar quién en la cadena de mando es el más maduro, razonable y capaz de ser objetivo al manejar algo tan sensible como tu demanda de acoso.

4.- Anotar lo que consideras decir para reportar el acoso. Asegúrate de aclarar cómo el acoso ha afectado tu capacidad de hacer tu trabajo. Practica con alguien de confianza fuera de la compañía para mantenerlo privado. Esto te ayudará a estar tranquilo cuando hagas el reclamo.

5.- Si tienes testigos en los que confías, pídeles confirmación y apoyo. Este es un paso delicado y arriesgado que puedes no querer tomar, a menos que estés seguro que esta persona mantendrá el asunto confidencial si son entrevistados como parte de una investigación formal.

6.- Pedir una reunión con la persona que tú elijas en tu cadena de mando e invitar al ejecutivo indicado de Recursos Humanos (RRHH).

7.- Explicar la situación, dar ejemplos, dar los nombres de los testigos y decirles el impacto que esto ha tenido para ti. Hazles saber que has realizado tu tarea: declara que has estado sujeto a una situación que viola la política de acoso sexual de la compañía y/o la ley, y muéstrales tu evidencia impresa. Diles que quieres que el comportamiento se detenga para seguir trabajando en un ambiente seguro.

8.- Una vez que hayas presentado tu queja, pregunta, “¿piensan que este comportamiento es aceptable en la empresa?”. Si consigues que admitan que está mal, asegúrate de escribirlo en tus notas.

9.- Escuchar lo que dicen y escribir todo. Déjales ver que estás documentando toda la información, y pídeles que reduzcan la velocidad al hablar si es necesario.

10.- Agradecer y preguntar cuáles son los próximos pasos, quién conducirá la investigación, con quién hablarán, cuánto tiempo tardará en completarla, etcétera.

Cadigan agrega que el director de RRHH debe explicar cómo procederán y que debe ser una investigación altamente confidencial para proteger a la persona afectada de represalias. “Si lo primero que hacen es tratar de apoyar al agresor/acusado o de excusar a esa persona, tienes que decirles que estás totalmente en desacuerdo y que si no realizan una investigación apropiada, no tendrás otra opción que buscar la justicia a través de un abogado que pueda representarte adecuadamente”.

Expresarse puede llevar un precio. “No hay forma de asegurarte que no serás despedido por hacer una denuncia de acoso sexual”, afirma Cadigan. La EEOC encontró que las acusaciones de represalias vinculadas a reclamos por discriminación sexual crecieron a cerca de 40.000 en 2015, lo que es más del doble que en 1997.

Tinsley anima a aquellos que han experimentado el acoso sexual a hablar con sus compañeros de trabajo acerca de ello. Es muy fácil, dice ella, que las mujeres en particular se interioricen, pero hablar de ello puede servir a un doble propósito: construir un caso mucho más sólido si otros han tenido una experiencia similar y, al mismo tiempo, proporcionar una manera de curar una psique dañada.

Mantenerlo oculto, dice Tinsley, puede hacerte sentir vergüenza. “Si hablas de eso”, afirma ella, “te das cuenta de que no se trata de ti, sino de la otra persona. Así como el agresor no es categóricamente malvado, tú no has hecho nada malo para provocar acoso sexual”. Este, sin duda, es un punto importante para recordar.

Acoso sexual laboral en México

En dos de cada diez casos de acoso sexual en México, la persona que cometió el acto es despedida, asegura la Secretaría de la Función Pública, con base en un estudio realizado con el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES). En contraste, seis de cada diez empleados que lo sufren deciden renunciar antes de denunciar el hecho.

Lo más común es el acoso por niveles jerárquicos, es decir, superiores que piden favores a cambio de mejorar la situación laboral del empleado, en términos de puestos y compensaciones.

México es uno de los países que más violencia contra las mujeres reporta, pero el temor a ser criticado o perder el empleo genera silencio.

¿Se reporta el acoso sexual en el lugar de trabajo?



Estas son algunas de las razones por las que las mujeres no reportan el acoso sexual al empleador.

Y esto es lo que hacen las mujeres al respecto de acoso sexual laboral.

En México, 1.4 millones de mujeres padecen acoso sexual en el trabajo, esto es, el 10% de la población económicamente activa, reveló un estudio del Colegio Jurista en 2012. Además, informó que el 99.7% de los casos no se denuncia.

A nivel mundial, 12 millones de mujeres sufren acoso, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En México existe la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la cual deberías leer. La puedes descargar aquí.

Algunas de las consecuencias del acoso sexual en la oficina son estrés emocional, depresión, impotencia, ansiedad, ira, humillación, tensión en el trabajo, disminución en la productividad y bajo rendimiento, si eres víctima de acoso sexual en la oficina, no te calles, denuncia.
ExpokNews

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