"Ampliar la protección social al trabajo doméstico es indispensable para combatir la pobreza y avanzar la igualdad de género", dijo hoy la diputada Blanca Gámez Gutiérrez, al exhortar al gobierno federal, al Estado, los municipios y al Senado mexicano, se suscriba el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo, a fin de ofrecer protección específica a las trabajadoras de hogar.
El trabajo doméstico remunerado, es una de las principales fuentes de empleo a nivel internacional, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) representa el 4% de la fuerza laboral a nivel mundial y el 6% en América Latina.
Pero también es un indicador de la desigualdad: la misma OIT ha identificado que los países más desiguales tienen un mayor porcentaje de personas empleadas en el trabajo doméstico. Mientras que en países desarrollados apenas el 1% de las mujeres es trabajadora del hogar remunerada, en países como México es uno de los principales empleos para las mujeres: aproximadamente el 11 % de la Población Económicamente Activa (PEA) se emplea en los hogares.
La OIT adoptó en 2011 el Convenio sobre las Trabajadoras y Trabajadores domésticos (“Convenio 189”) y la Recomendación que lo acompaña (“Recomendación 201”). Ambos documentos contienen una serie de normas y directrices que de ser puestas en operación por los países que se adhieran, contribuirán a restituir derechos y a mejorar las condiciones laborales y de vida de los y las trabajadoras domésticas.
Finalmente, la diputada precisó que México aún no lo ratifica. Aunque ha manifestado ya su intención de sumarse a él, aún no se toman acciones contundentes para eliminar los elementos de discriminación que obstaculizan que las trabajadoras del hogar puedan inscribirse dentro de la seguridad social y contar por ejemplo, con una base salarial estándar mínima o prestaciones de ley.
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