Chihuahua.- Aquello fue más un ring que un espacio ideal para que los votantes pudieran conocer las propuestas de las tres candidatas y los tres candidatos que buscan ahora quedarse con la Alcaldía de Chihuahua. No hubo propuestas. Sólo hubo ataques, algunos chispazos de humor y momentos de verdadera pena.
Si algo aportaron las candidatas del Verde, la otra María Eugenia, pero Baeza, y del PANAL Esther Judith Guerrero, fueron unas cuantas frases, como la de ampliar una hora más en los bares para evitar el consumo ilegal de Baeza, como el malestar, seguramente general, de que todos estamos hasta la madre de políticos que no cumplen, que sin embargo, tristemente habrían servido apenas para que fueran conocidas.
Y si en encuentros previos, como el realizado en Canaco con el Encuentro de candidatos, el abanderado tricolor Alex Domínguez salió airoso porque verdaderamente se le escucharon propuestas, este domingo en el debate oficial no logró lo mismo, pese a que, como lo destacó en su presentación, fue el único que se inconformó por la fecha del debate, en el Día del Padre, lo que se esperaba es que sí ya estaba ahí, entonces debía aprovecharlo, pero no lo logró.
Más que propuestas se le fue el tiempo en lanzar ataques a la alcaldesa con licencia Maru Campos, por todos los temas, pero especialmente por la publicación del Diario de Juárez por los cheques entregados por César Duarte cuando ella era diputada. Alex lo aprovechó, claro que sí, iba preparado con su material didáctico.
Si acaso donde sí se distinguió un poco más de sus oponentes, fue en que sí contestó a las preguntas que se le formularon, a diferencia de los otros, salvo Maru en algunas ocasiones, que en lugar de contestar las preguntas realizadas por integrantes de la sociedad civil, sólo leyeron escritos que llevaban preparados respecto a los tres temas en que versó el debate.
Por su parte, el de Morena, Fernando Tiscareño, también aprovechó incluso desde su presentación para dirigirse de tú a tú a Campos, quien no respondió hasta que se le juntaron ambos en contra, utilizando para ello incluso, tiempo de su pregunta, por lo que fue convenida por el moderador a esperar el tiempo de la réplica y contrarréplica, términos que en general parecían desconocer los aspirantes, al no hacer uso de ella más que para seguir presentando algunos datos y acciones que esperan realizar.
El conocido don Memo, como siempre, afable y gracioso cuando conviene, su frase más recordada sin duda será por siempre la de que entre el PRI y el PAN no hay ni a quién irle, ya que sólo se dedican a tirarse entre ellos. Y sí. Una vez que la panista Campos se sacudió la actitud tranquila con que llegó o que recibió de su asesor Arturo Zubía, las indicaciones precisas, se dejó ir contra el priista Domínguez, al acusarlo desde cargarle el maletín a Duarte y tener una fortuna de 40 millones hasta de haberle aprobado las cuentas públicas de su administración cuando fue diputado. Lo que no dijo es que también ella aprobó esas cuentas, sin observaciones de inigún tipo, como consta en documentos que también circulan.
La nota final la dio Tiscareño al dirigirse al gobernador Javier Corral para que le quite la candidatura a Maru, porque al trascender en un medio de comunicación ahora las "mentiras viejas" no parecen ya tanto, porque "la justicia no debe ser selectiva", dijo el ex funcionario de Marco Quezada, a quien también Maru acusó de proteger y de falsear documentos para librarlo de la responsabilidad por el accidente del Aeroshow.
Al salir, a los candidatos ya les esperaba la porra, algunos sobre la División del Norte, otros sobre el mismo teatro, otros más a unos cuantos pasos, todos agitando los banderines de colores, gritando su nombre, erigiéndolo como ganador de un debate que fue de todo, menos de protestas.
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