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Ciudad de México.- Con participantes de Chihuahua, Tamaulipas, Guerrero, Veracruz, Durango, Sinaloa, Coahuila, Morelos y el Estado de México, el colectivo independiente Reporteras en Guardia inició este martes las jornadas “Nuestras voces frente la impunidad”, con un foro en el que recordaron a las y los periodistas asesinados en el sexenio de Enrique Peña Nieto, y hablaron sobre las condiciones de inseguridad en que se hace periodismo hoy día.

De inicio, la periodista Dunia Rodríguez dijo que cuando empezaron a contactarse con las reporteras en el estado, se dieron cuenta de que había muchos casos que no se dieron a conocer públicamente, o se dio información no fidedigna, por lo que en este memorial se habla de aquellos que estaban en el olvido, desde aquellos que eran sus amigos o compañeros.


“Detrás de cada una de las cifras hay un periodista hay una persona que ya no está, una vida que fue cegada y cómo repercuten estas ausencias en la sociedad porque al callar a un periodista, la sociedad está siendo violentada porque se generan silencios y se vulnera su derecho a estar informada”, señaló.

Desde Lima, Perú, donde vive exiliada, a través de un video la periodista chihuahuense Patricia Mayorga dijo que el de Enrique Peña Nieto ha sido el más adverso para el gremio con 64 periodistas asesinados, 10 mujeres y 54 hombres y 10 más desaparecidos, para dar un total de 150 periodistas asesinados, y 24 desaparecidos desde el 2000, en todo el país. 
Detalló que los estados con mayor número de casos son Veracruz con 14, Oaxaca con 12, Guerrero con cinco y Sinaloa con cuatro, que “son la evidencia de que en México puede asesinarse a un periodista y no pasa nada, porque el índice de impunidad en México es de 99.8 por ciento”. 


Para compartir la experiencia en Tamaulipas, la periodista Martha Olivia López, en su charla “Construcción de la impunidad y del silencio”, detalló cómo maneja el Gobierno la muerte de reporteros, que aunque los encuentren con golpes o apuñalados, el reporte oficial dirá que fue un robo, y a su presunto asesino, habrán de asesinarlo dentro de la cárcel para que no hable.

Desde Veracruz Norma Trujillo habló del acoso judicial en su estado, donde “no existe una línea divisoria entre el poder político y entre el crimen organizado, y hemos tenido mucho cuidado porque siempre se ha querido achacar al crimen organizado el asesinato de compañeros y compañeras, y fue durante la manifestación por el crimen de la corresponsal de Proceso Regina Martínez cuando empezó la judicialización de los periodistas, para censurarlos y terminar con las protestas”.


Reveló pues cómo las autoridades echan mano de cualquier vericueto judicial para sacudirse cualquier responsabilidad no sólo en cuanto a asesinatos a periodistas, sino en otras vulneraciones a derechos humanos, incluso desde la legislación, como con la llamada Ley Mordaza de Veracruz.

Por su parte, Cynthia Valdez compartió cómo fue desplazada desde su natal Sinaloa a partir del asesinato de su colega Javier Valdez, ya que fue amenazada por el crimen organizado, y se asentó en la Ciudad de  México, donde tristemente” dijo, “vimos amenazas, agresiones y luchamos cotidianamente contra la violencia, pero no es fácil ejercer este oficio cuando comprobamos que se hiere la democracia y que las autoridades niegan la violencia hacia periodistas”.

Finalmente, de Guerrero Vania Pigeonutt habló sobre las condiciones de precarización y violencia en que trabajan los periodistas no sólo en su estado, sino en muchos estados del país, “en Guerrero tan sólo en el sexenio actual, han sido asesinados tres periodistas y han sufrido de censura, además del despido laboral que también se ha registrado”.

Para finalizar, Carolina Velázquez ofreció una sentida narración oral titulada “Todas las voces”, para rendir un homenaje a todas las y los periodistas asesinados en el país, para recordar que nadie se va del todo.


Estas jornadas continúan miércoles y jueves con entrevistas en medios de comunicación y una acción colectiva en el Zócalo este jueves, para rendir un homenaje a las víctimas de casos de asesinatos y desaparición forzada, para enviar un mensaje a Peña Nieto antes de su partida, de que en su sexenio fueron asesinados más de 60 periodistas, todos sin justicia hasta ahora.

Reporteras en guardia es un colectivo integrado por más de 140 mujeres periodistas de todo el país, que se aliaron para recordar a las y los periodistas asesinados desde el 2000, en el sitio Matar a nadie.

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