Foto tomada de Internet |
Guadalajara, Jalisco.- Un compendio de 13 testimonios de hombres que fueron víctima de maltrato, abuso y violencia, conforma el libro “#Elloshablan” de la periodista Lydia Cacho, que fue presentado este jueves en el salón L de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Para comenzar, la periodista Mariana H. dijo que “lo que hace Lydia es súper importante para decir vamos juntos, quizá sí es cierto que les han dado mucha voz a las mujeres, pero no en este momento, y la lucha es conjunta, por parte de Lydia no hay juicio ni justificación, sino la intención de entender y como de lo que se trata es de hacer equipo”.
Si bien dijo celebrar la aparición de este libro, compartió que incluso por aceptar ser presentadora fue criticada “hay aún muchos prejuicios y también te das cuenta de que hablar con la x, o con la e no termina con los feminicidios”.
El escritor Emiliano Monge señaló que “hay pocos escritores que han cambiado la realidad del país y Lydia lo ha hecho. Hablar de este libro en particular es importante porque es muy machista este país y es importante el diálogo porque trata los problemas fundamentales del feminismo, del machismo, de la violencia en México. Violencias que a veces pensamos que son solamente físicas y no nos damos cuenta de que a veces son más las emocionales que las físicas”.
Destacó además que en la parte de los testimonios hay una inteligencia fina y exacta para dejarlos hablar y “vemos cómo sin darse cuenta, ellos reproducen todo lo que padecieron y cómo tienen un machismo del que creen que están completamente libres”.
El libro también habla del movimiento #Metoo y habla del feminismo, del que se dice que es radical y “hay tonterías como lo de feminazi y todo eso, pero el feminismo es una lucha que requiere ser radical, pero no sólo las mujeres sino también los hombres. Evidencia entonces cómo nos descomponemos como sociedad, cómo han convertido el cuerpo en un territorio de batalla”.
La autora dijo que fue de una forma absolutamente natural, “se creó una lista de 30 personas, algunas incluso que están en la cárcel. Al principio todos negaron haber sufrido violencia en la infancia, la mayoría duró dos o tres semanas en la entrevista, y varias terminaron siendo terapéuticas”.
Foto: Lorena Aguilar |
Subrayó que no es un libro acusatorio, sino que presenta un escenario en el que cada persona tiene que tratar de comprender de dónde viene lo que estás viendo ahí que no te gusta, y “nos anima a tratar de descifrar la pregunta clave, cómo se fue formando nuestra masculinidad”.
En su oportunidad, Lydia Cacho dijo que los hombres hoy en día están descolocados, porque “no saben cómo se van a enamorar en este mundo tan lleno de ironías y discrepancias en que ya no es importante si eres hombre, mujer o lo que sea. Estamos en una crisis de ideología, donde se trata ser hombre o ser mujer, y sobre todo de lo qué es el amor, por lo que este libro habla de esa lucha de los hombres llenos de prejuicios contra sí mismo, muchas veces profundamente machistas y misóginos”.
Lo consideró como parteaguas en su trabajo periodístico que lo regresó a investigar sobre el abuso infantil y la pederastia, en el que se dio cuenta de que los varones duraban más para poder sacar su dolor, y aceptar el maltrato que sufrieron y cómo vuelven a ser niños para poder sacarlo.
“Descubrí qué miedo le tienen los hombres a los mismos hombres. Tienen un terror de los otros hombres, de ser apabullados, rechazados, de ser sacados de la tribu de lo masculino, y de no encontrar un mundo al cual pertenecer, y entonces, cuando hacen estas entregas de amor se ponen muy nerviosos. Pero es importante hablar de las violencias desde un lugar en el que todos podemos transformarnos”, detalló.
Abundó en ese proceso de sanación una vez que han salido los demonios interiores “cuando aprendemos a sanar y no permitimos que el horror nos habite si fuimos o no victimas, reflexionar sobre el machismo como un precepto cultural que ha aprendido a habitarnos y que no hemos cuestionado cómo hemos dejado que ocupe nuestra vida y nuestro corazón”.
Curiosamente, al finalizar la participación de la autora y casi como un signo machista, el presentador Ruy Sánchez retomó la palabra para ofrecer nuevos comentarios, transformando así el protocolo de que la autora o autor de un libro que se presenta, es quien cierra la velada.
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