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Ante la presencia de familiares, amigos, excolaboradores y autoridades, se develó el retrato en óleo de Luis Alfonso Rivera Soto, que ahora yace en la galería de exdirectores de la Facultad de Derecho que se encuentra en el Salón de Academias de esta unidad académica.

A través de una emotiva ceremonia se realizó un merecido homenaje al decano de esta Facultad, quien cumplirá 53 años como universitario en los que se desempeñó como profesor de tiempo completo, secretario y director interino de Derecho, así como también secretario General de la Universidad Autónoma de Chihuahua.

Rivera Soto agradeció esta significativa ceremonia que representa el cumplimiento de un sueño anhelado por muchos años: dirigir el rumbo de la Facultad de Derecho.

Recordó que en 1980, siendo rector Reyes Humberto de las Casas Duarte, quiso ser director de la Facultad, sin embargo, abandonó esta pretensión al aceptar la invitación del entonces candidato a Gobernador, Óscar Ornelas K., quien le ofreció la Procuraduría General de Justicia del Estado.

“Me siento muy satisfecho de haber sido Procurador pero más satisfecho por la labor académica que desempeñé en la Universidad, estoy meditando la posibilidad de retirarme, pero aún me quedan alas”, expresó Rivera Soto.

En tanto, el rector de la UACH Luis Alberto Fierro Ramírez, dijo que este acto reviste de una especial importancia para la Universidad, porque se rinde homenaje a un hombre generoso y justo que, conjuntado su conocimiento y experiencia, se convirtió en un hombre sabio.

“Si bien, a los aquí presentes el licenciado les dio clases de Derecho, a mí me dio clases de justicia”, expresó el Rector al referir que su primer trabajo en la Universidad fue como asistente de Rivera Soto cuando éste se desempeñaba como secretario General de la UACH.

Al hacer uso de la palabra, el director de la Facultad de Derecho, Dr. Roberto Díaz Romero, dijo que además de su retrato, lo que quedará indemne en el corazón y mente de sus alumnos y compañeros, será su arduo trabajo, entrega y compromiso en la cátedra.

Finalmente, los asistentes felicitaron y se tomaron fotografías con el decano de la Facultad para luego pasar a un agradable convivio y disfrutar de un vino de honor que se preparó para tan memorable ocasión.

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