Chihuahua, Chih.- Enrique Martínez Juárez es maestro ebanista y desde hace 15 años el restaurador y conservador de todos los muebles e infraestructura del Centro Cultural Universitario Quinta Gameros, considerada como uno de los edificios más interesantes en el norte del país, por contar con una declaratoria de Monumento Artístico.
El maestro Martínez indicó que por su decoración y arquitectura, se convierte en uno de los pocos lugares en su tipo, como casa, en el continente americano, que está convertida en museo y que es parte del patrimonio artístico de la Universidad y de los chihuahuenses.
Destacó que su sueño siempre fue ser el restaurador de la Quinta Gameros, y una temporada llegó subcontratado para hacer reparaciones en tres de las salas y de ahí confesó que se enamoró de su madera, de la decoración, el arte y la historia del edificio. “Terminamos el trabajo y me tuve que ir, me dio tristeza y me fui con la esperanza de regresar algún día”, dijo en aquella ocasión.
“El sueño se hizo realidad al poco tiempo, me contrataron para ser el restaurador de la Quinta y ese día fue uno de los más felices de mi vida”, rememora.
Actualmente, tiene 15 años encargándose de que la infraestructura de madera siga luciendo intacta, para que sea disfrutado por los chihuahuenses y por miles de turistas que la visitan cada año.
Compartió que realizó parte de sus estudios en la entonces Escuela de Artes y Oficios y que empezó a trabajar la madera a los 11 años, cuando rentaron un local en el centro de la ciudad para comenzar a trabajar. “Tuve la fortuna de tener como vecino del establecimiento al primer anticuario de Chihuahua, don Leonardo Bejarano, él me enseñó grandes cosas en el oficio”.
Toda su vida productiva ha estado enfocada a laborar con antigüedades y agradeció el aprendizaje que obtuvo de Leonardo Bejarano y de otros grandes anticuarios de Guadalajara y México, de quienes aprendió excelentes técnicas, que ha aplicado en su trabajo a lo largo de 40 años en esa especialidad.
Y aunque la mayoría de sus conocimientos los obtuvo de forma empírica, cuenta con diplomados en conservación y restauración, estudios que realizó en la ciudad de Guadalajara.
Además, es propietario de una escuela de conservación que lleva por nombre “ART-NOUVEAU “, que significa “Arte Nuevo”, un estilo de arte que nació a finales de 1890 en Francia.
La creación de la escuela fue una idea que le sembró precisamente uno de sus maestros, don Leonardo Bejarano, quien en una plática le confesó que uno de sus mayores errores fue no haber compartido sus conocimientos, hasta que el destino lo cruzó con Enrique, a quien entonces le dio grandes enseñanzas “él fue quien me encargó seguir transmitiendo lo que aprendí a hacer, me sembró la idea de compartir el conocimiento. Mi idea empezó con un curso y ahora está convertido en una escuela”.
Finalmente, el maestro ebanista reconoció que la Quinta Gameros es parte de su vida, por lo que continuará encargándose con amor de su conservación para que siga siendo “una joya en pie”.
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