Chihuahua.- Mientras que en 2018 se cometieron en promedio siete asesinatos al mes contra niñas y adolescentes, para los primeros meses de 2019 la cifra aumentó a ocho cada mes, de acuerdo con el balance anual que desde 2010 realiza la Red por los Derechos de la Infancia en México, Redim, para identificar los avances y retrocesos en el cumplimiento de las leyes mexicanas y de los compromisos internacionales en derechos humanos e igualdad de género.
Los números de la Redim detallan que entre enero 2015 y julio de 2019, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública registra tres mil 297 feminicidios en todo el país, 317 han ocurrido entre la población de 0 a 17 años, es decir, uno de cada diez feminicidios en el país afecta a niñas y adolescentes; y el Estado de México, Veracruz, Jalisco y Chiapas serían las entidades más letales por razones de género en contra de niñas y adolescentes, con 55, 33, 23, y 21 víctimas de este delito, de manera respectiva.
Durante 2018, ocurrieron en promedio 7 y hasta julio de 2019, se registraron 59 feminicidios, un incremento a 8 feminicidios cada mes. Comparando únicamente los primeros siete meses de cada año, 2019, representaría el periodo más violento por el delito de feminicidio en contra de niñas y adolescentes, con un crecimiento de 13.5% respecto al mismo periodo de 2018.
Detalla además que niñas, niños y adolescentes se volvieron invisibles para esta nueva administración al no formar parte de ninguno de los 25 proyectos estratégicos que presentó Andrés Manuel López Obrador, los cuales apuestas a estimular el consumo interno, desarrollo de infraestructura nacional y programas asistenciales para los segmentos de población adulta más empobrecidos.
Aunque la Redim reconoce la exigencia legítima de múltiples manifestaciones y movimientos feministas que se articularon y alcanzaron impacto global en torno a #UnVioladorEnTuCamino #NiUnaMenos y en la Ciudad de México #NoMeCuidanMeViolan, es necesario que las políticas para frenar la violencia contra las mujeres incluyan explícitamente a las niñas y se acompañen de amplias acciones de prevención, al involucrar a niños y hombres adolescentes en la construcción de otras formas de relación no sexistas, ni basadas en la dominación.
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