Chihuahua, Chih.- Un total de 60 residentes de la Facultad de Medicina y Ciencias Biomédicas (FMyCB) de la Universidad Autónoma de Chihuahua, UACH, se encuentra día y noche arriesgando la vida en el frente de batalla atendiendo a los pacientes infectados por COVID-19 en el Hospital Central Universitario.
La coordinadora el área COVID y egresada de la FMyCB de la UACH Carla Betsabé Valencia García expresó que es un privilegio poder contribuir en este momento histórico en la recuperación de la salud de los chihuahuenses infectados por el virus SARS-CoV-2.
Destacó que todas estas personas estudian un posgrado en la Facultad de Medicina y Ciencias Biomédicas, pero eso no es impedimento para cumplir su turno de 24 horas de trabajo y tres días de descanso.
La atención a las personas infectadas se brinda a través de guardias de 6 horas continuas en el área COVID, donde los médicos residentes se entregan en cuerpo y alma en salvar la vida de los pacientes.
En la ruta COVID se encuentran especialistas de Medicina Interna, Radiología e Imagen, Ginecología, Anestesiología, Medicina del Enfermo en Estado Crítico o Terapia Intensiva, Angiología, Cirugía Vascular, Cirugía Plástica y Reconstructiva.
“Cuando llegó nuestro primer paciente el 3 de abril, si sentimos un poco de miedo e incertidumbre ya que nos enfrentábamos a algo desconocido, pero ese sentimiento cambió con el tiempo y se convirtió en un afán de todo el equipo por salvar la vida de las personas”, recordó.
Para la doctora Valencia García, la capacitación constante y contar con todo el equipo de seguridad, fue de gran importancia para superar ese temor normal, hacia una pandemia que cobraba vidas en todo el mundo.
Para ingresar al área COVID, todo el personal utiliza el equipo de seguridad nivel 3 que es la máxima protección, y consiste en el uso de gogles, cubrebocas, overol o traje Tybek, dos pares de guantes, bota quirúrgica y careta.
Esto ha sido de gran trascendencia para que, hasta el momento, ninguno de los médicos residentes haya fallecido a causa de este virus. Sólo una persona resultó positiva al diagnóstico del COVID-19, sin embargo, fue asintomática.
Estos héroes de la salud que arriesgan su vida para salvar a los demás, merecen todo el reconocimiento y admiración de la sociedad en general, ya que el deseo por cumplir el juramento hipocrático de salvar vidas es más fuerte que su angustia y su miedo, lo que se vio reflejado en su decisión voluntaria de permanecer en el Hospital a pesar de tener la opción de no hacerlo.
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