Chihuahua.- Unos han fallecido en el combate a la enfermedad como el ex secretario de Salud Enrique Grajeda, otros han causado extrañeza por su rápida y fácil recuperación como el alcalde de Juárez Armando Cabada, pero a pesar de que muchos señalan el mal manejo de la pandemia por parte del Gobierno federal como diputado Miguel Riggs, los funcionarios chihuahuenses no han sido inmunes al contagio del COVID-19, y de cuestionar a los ciudadanos por no seguir las medidas queda claro que tampoco ellos lo han hecho.
Justamente de los primeros en anunciar que se había contagiado, en mayo, fue el alcalde Armando Cabada, lo que provocó que el gobernador del Estado Javier Corral se aislara unos días por como forma de prevención, por haber estado cerca del munícipe en los días previos.
En julio el secretario de Salud Enrique Grajeda confirmó el contagio, luego de haber estado en una gira de la alianza federalista, junto con el gobernador Corral, en Tamaulipas, cuyo gobernador Francisco Cabeza de Vaca, también dio positivo, para fallecer finalmente el 26 de julio; y en julio también otro secretario dio positivo Víctor Manuel Rodríguez, de Desarrollo Municipal; así como la diputada de Morena Lourdes Valle. Mientras que en agosto fue un secretario más el que resultó positivo al COVID-19, el secretario General de Gobierno Luis Fernando Mesta.
Aun cuando la mayoría de las actividades de los gobiernos están suspendidas desde marzo, y se reactivaron al pasar al semáforo amarillo para volver a cancelarse en los primeros días de este mes al pasar al rojo, funcionarios siguieron contagiándose como el alcalde de Parral Alfredo Lozoya, quien dio positivo en septiembre.
En octubre, el día 14 se supo que consejero presidente del Instituto Estatal Electoral de Chihuahua Arturo Meraz González, además de dar positivo a la prueba tuvo que ser hospitalizado de urgencia; tres días después el diputado federal por el Partido Acción Nacional Miguel Riggs, también dio positivo al contagio; lo mismo que su compañero el diputado federal Mario Mata que informó de su contagio el día 20.
Este lunes 26 parece haberse roto el récord de funcionarios contagiados, ya que se registró el caso del síndico de Chihuahua Amín Anchondo, quien informó incluso que toda su familia dio positivo en la prueba del COVID-19, pero en su caso dijo ser asintomático; unas cuantas horas antes, el director de Desarrollo Humano de Chihuahua Marco Bonilla Mendoza, también dijo haber sido contagiado por el virus; así como los diputados locales Rocío Sarmiento de Movimiento Ciudadano y Rubén Aguilar del Partido del Trabajo, que también dieron positivo a la prueba.
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