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Ciudad de México.- A 31 años de la suscripción y ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño, la iniciativa #TejiendoRedesInfancia en América Latina y el Caribe, como parte de la estrategia #NiñezPrimero, en coordinación con la Coalición Alianza por la Niñez Colombiana y la coalición internacional Child Rigths Connetct, realizó el Seminario Latinoamericano Virtual “La Convención sobre los Derechos del Niño ante la Era COVID-19”.

Este diálogo se desarrolló en tres días consecutivos, donde expertos y expertas internacionales reflexionaron acerca de la importancia de garantizar el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño, el rol  que cumple el Comité de los Derechos del Niño en la Era COVID-19 y la perspectiva de los protocolos facultativos en el contexto de la pandemia.

Inicialmente, el secretario Ejecutivo de Child Rights Connect Alex Conte indicó que ante la crisis económico-social que generó la pandemia COVID-19, las niñas, niños y adolescentes, encontraron maneras innovadoras de comunicarse, intercambiar información y exigir el cumplimiento de sus derechos; sin embargo, aclaró, que aún existen dificultades para garantizar otros, como el acceso a la educación, el acceso a la salud o la reducción de la pobreza. “La pandemia ha exacerbado las desigualdades (…) pero la situación actual, también, nos ofrece la oportunidad de reconstruir mejor las cosas, poniendo las voces de las niñas y niños y sus derechos en el centro de los esfuerzos de recuperación”.

Al respecto, el ex Integrante Comité de los Derechos del Niño de la ONU Norberto Liwski, detalló que Latinoamérica es la región con mayor índice de desigualdad y pobreza; por ello, recalcó la importancia de priorizar los derechos de niñez en la construcción e implementación de políticas públicas. “Honrar la Convención en sus 31 años, es honrarla exigiéndole a los estados centralidad en la políticas públicas para los sectores más desprotegidos, significa que asuman plenamente los compromisos a nivel internacional y que reconozcan la voz individual y colectiva las niñas, niños y adolescentes”.

Sobre ello, Ingrid, una adolescente colombiana, manifestó "estamos a 31 años de la firma de la convención  y sin embargo hay padres familia, niñas, niños y adolescentes que no conocen este Tratado Internacional  y su importancia; quizá por eso aún niñas  y niños que son víctimas de violencia o discriminación”.

Otra ex integrante del Comité Marta Santos Pais señaló que la Convención sobre los Derechos del Niño establece parámetros importantes para que los Estados puedan garantizar el cumplimiento de los derechos de niñez desde distintas áreas y en corresponsabilidad con organizaciones de sociedad civil, autoridades, niñas y niños. “La pandemia nos da la oportunidad de cambiar y asegurarnos de no cometer los mismos errores, y lo primero que tenemos que hacer es garantizar los derechos de la niñez”, subrayó.

Santos Pais también añadió que los estados deben tomar en cuenta a las niñas y niños en la toma de decisiones, promover la participación de los grupos vulnerables, documentar las experiencias de las niñas y niños y escuchar sus opiniones. 

“A pesar de que existe la Convención sobre los Derechos del Niño, en la práctica ni siquiera nos consideran, las niñas y niños somos los más desfavorecidos. Lamentablemente cuando  se diseñan políticas públicas no se toma en cuenta nuestras voces”, añadió Elías, un adolescente de Venezuela.

Con relación a la función que desempeña el Comité de los Derechos del Niño en la Era COVID-19, las y los expertos señalaron, que esta instancia tiene la responsabilidad de vigilar, monitorear y examinar los avances y retrocesos de los 197 estados que ratificaron su compromiso con la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño.

En ese sentido, otro ex integrante Jorge Cardona, explicó que este comité está conformado por 18 personas expertas de distintos países que monitorean y examinan los avances e implementación de este Tratado Internacional; actividad  que fue interrumpida por las medidas  que adoptaron los Estados para frenar la pandemia COVID-19. “Desde marzo hasta la fecha el Comité de los Derechos del Niño no se han reunido (…) no hay un control de lo que están haciendo los Estados, los niños no pueden llevar sus observaciones, los Estados están preocupados sobre la pandemia y no están poniendo recursos para que el Comité  realice el trabajo de monitoreo”, subrayó.

Por su parte, la ex Representante de UNICEF México Isabel Crowley, advirtió que si no se toman medidas oportunas, cerca de 167 millones vivirán en extrema pobreza, 60 millones dejaran de estudiar  y  67 millones de niñas y niños podrían morir por causas prevenibles durante los próximos años; por ello, destacó la relevancia de realizar un trabajo conjunto y de corresponsabilidad entre Sociedad Civil y el Comité de los Derechos del Niño. “Desde la Sociedad Civil, se puede brindar servicios de apoyo integral a las familias, favorecer la participación de las niñas y niños y abogar por políticas públicas que garanticen el acceso y ejercicio de los derechos de la niñez (…) si no invertimos en la infancia jamás vamos a tener el desarrollo que queremos”, puntualizó.

De igual modo, el director del Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes, IIN-OEA Víctor Giorgi, añadió que a raíz de la pandemia COVID-19, los estados implementaron medidas  sanitarias, sin tomar en cuenta la diversidad de las infancias y los contextos en los que se desarrollan, derivando en la invisibilización de sus derechos y evidenciado las fragilidad que existe para garantizar la protección de la infancia. “Han sido miradas adulto céntricas, donde se ha puesto muy poco énfasis en la mirada de los niños adolescentes (…) en este momento ellos viven el cierre de los centros educativos, el encierro, la pérdida de vínculos con sus padres, abuelos o familias extendidas e incluso un bombardeo informativo con un leguaje que no está pensado para ellos y que les genera ansiedad y miedo”.

En ese aspecto, el director de Programas y Calidad del Ministerio Nelson Rojas, nuevamente resaltó que "el Comité debe apoyarse en las Organizaciones de Sociedad Civil, para tener un panorama claro sobre la infancia, informes actuales con la participación de los niños  que ayuden al Comité dar recomendaciones con mayor  prioridad”.

En su oportunidad, el coordinador de la iniciativa #TejiendoRedesInfancia en América Latina y el Caribe Juan Martín Pérez García, explicó que existen tres protocolos facultativos que reglamentan y contribuyen al cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño; el Protocolo Facultativo referente a la participación de los niños en conflictos armados, el Protocolo sobre la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de los niños en la pornografía y el Protocolo relativo al procedimiento de comunicaciones para presentar denuncias ante el Comité de los Derechos del Niño.  “Uno de los desafíos que nos presenta la post pandemia es garantizar el cumplimento de la Convención sobre los derechos del Niño, así como concretar las observaciones y sugerencias en acciones que posibiliten el cumplimiento de los derechos de la infancia”.

Sobre ello, la experta Internacional y Presidenta Ejecutiva DNI Costa Rica Virginia Murillo, añadió que los protocolos tienen la intención de fortalecer las medidas y disposiciones  legales de la convención, además de reforzar y entizar algunos temas específicos con relación a la vulneración de los derechos de las niñas y niños.

Finalmente, la secretaria de Alianza por la Niñez Colombiana Gloria Carvalho, manifestó que es importante  promover el cumplimiento de la Convención sobre los derechos del Niño desde las organizaciones de sociedad civil, así como involucra al estado como principal garante.

En los diálogos también participaron el representante del Movimiento Social por la Defensa de la Niñez y la Juventud en Ecuador Nicky Bravo, George Lima del Equipo de la Relatoría de Derechos de la Niñez de CIDH, Helen Nayeli, 15 años, Guatemala, la representante de la Fundación Plan Colombia Margarita Martínez, Efraín Boero de Terre des Hommes y Diana Carolina  adolescente de Bolivia. 

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