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Coyame del Sotol, Chih.- Ubicado a 160 kilómetros al este de la capital, Cuchillo Parado pareciera ser un pueblo fantasma, en donde según el INEGI en 2020 había apenas 157 habitantes, que se pasean entre los dejos de su historia y el porvenir incierto. Ahí regresaron hoy los tres poderes del Estado, encabezados ahora por una mujer, para realizar una sesión solemne que recuerde que quizá podrá no ser la cuna de la Revolución Mexicana, pero que le reconocen los primeros esfuerzos a cargo del general Toribio Ortega.

Tan solo entrar al municipio con sus pocas casitas sin techo algunas y con lámina otras, se constata que debía ser esta y no otra la cuna de la Revolución, la que sin embargo no hizo ninguna justicia y a más de 100 años aun hay faltantes en esta comunidad de unas cuantas calles pavimentadas y menos servicios. A esta tierra, que cuenta con solo dos secciones municipales, ni siquiera ha llegado el internet.

En este pueblo, las voces parecieran ser las mismas de hace más de cien años, voces que se pierden entre las pocas casas y se hacen inaudibles entre las carencias para una vida digna, una vida que debiera ser ensalzada como la lucha que antes decían aquí comenzó, y que apenas era dignificada cada año con una sesión solemne, hasta que con el plumazo de un decreto hasta eso les quitaron.

A hora temprana, como era costumbre antaño, los visitantes llegaron a caballo, botas y sombrero, en la cabalgata que da inicio a los festejos desde la entrada del pueblo y a la que se suman con el mismo entusiasmo, lugareños y foráneos, para concluir al exterior del salón de usos múltiples donde se desarrolló la sesión.

Ahí, se dio lectura al decreto por el que el lugar se declaró recinto oficial y los discursos oficiales. Al tomar la palabra además de destacar y agradecer la representatividad y presencia de las tres mujeres de los poderes del Estado, la diputada Ivón Salazar resaltó a su manera la disputa que se vivió en la legislatura anterior con el tema y dijo que “con decreto o sin decreto, pero con la memoria de quienes habitan aquí en esta tierra histórica, Cuchillo Parado es y será la cuna de la Revolución, ¡viva mi general Toribio ortega!”.

Luego, el diputado del distrito 11, el panista Ismael Pérez dijo que “hay políticos que ganaron la elección y jamás vuelven a su tierra, cómo nos hace falta seguir el ejemplo del general Toribio Ortega, con un ímpetu desinteresado y noble. El trabajo político no se hace en las oficinas sino de pie trabajando diariamente”.

En su mensaje, la gobernadora María Eugenia Campos también destacó que por primera vez en la historia de Chihuahua los tres poderes son representados por mujeres, situación que solo una vez se había registrado, en Colima en 1979; y por eso hoy “estamos aquí para reforzar instituciones, porque los chihuahuenses sabemos cómo transformar las palabras en acciones”.

Al final, entre el ensueño de una lucha que les ha marcado, según se resolvió, como uno de los pueblos insigne del movimiento armado de 1910, y la frialdad de una realidad que les supera, los habitantes atestiguaron la guardia de honor a su máxima figura, el general Toribio Ortega, en la plaza principal de la sección de Cuchillo Parado.

Luego vendría la comida ofrecida a los habitantes por los tres poderes del Estado en conjunto, para agasajarles al menos una vez al año; y al final, ya sin autoridades ni visitantes, se desarrollaría un programa artístico a cargo del Colegio de Bachilleres plantel 21, del grupo de teatro de la Casa de la cultura Chihuahua del Cobach y el grupo de música del Cobach plantel 26 de Lázaro Cárdenas.


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