Por Marién Estrada.- Hamsasana conlleva la conciencia de una de las aves más bellas y enigmáticas de la naturaleza: El cisne, que para la tradición yóguica encarna el espíritu de la creación, la unión perfecta y el equilibrio vital. La palabra Hamsa, proviene de dos raíces sánscritas: Ham y sa, que significan aliento y espíritu, y cuyo simbolismo hace referencia al Alma Universal o Espíritu Supremo pero también a los procesos de inhalación y exhalación. Para el hinduismo, Hamsa es el ave celestial, vehículo de Saraswati, esposa del dios creador Brahma, a quien se le considera la Madre o la diosa del conocimiento.
De acuerdo con el portal de yoga fitsri.com, la respiración inspirada en Hamsasana hace que el practicante “esté lo suficientemente atento como para captar las cosas en la mente como nadie lo hace, despertando al espíritu sumergido en dudas e inseguridades”.
Además, el color blanco del Cisne representa la paz y el amor, de ahí que la práctica de esta postura enriquezca el ser interno con un profundo sentido de amor, compasión y respeto. Por otra parte, el Cisne en otras culturas, es al mismo tiempo, símbolo de luz, pero también de muerte, metamorfosis, purificación, belleza y pasión melancólica representando la gracia y la nobleza de corazón: “El Cisne nos recuerda que el Amor es la Naturaleza del Alma. Su medicina se basa en seguir con fidelidad los dictados del corazón”.
Hamsasana es una postura de equilibrio de nivel intermedio, que requiere mucha fuerza en muñecas, brazos y hombros. De hecho el foco de la postura se centra en la región del ombligo, por lo que se dice que activa y equilibra Manipura, el chakra del plexo solar donde radica el fuego de la autoconfianza, la autoestima y el poder personal.
Con un chakra manipura equilibrado, “el yogui se motiva a sí mismo con metas claras y una sólida toma de decisiones”. Cuenta la leyenda que cuando a Hamsa se le ofrece leche y agua, solo bebe la leche, entendiendo que la leche representa el espíritu y el agua la materia; esta alegoría también representa la capacidad de discriminar la verdad de la falsedad.
Se recomienda que los practicantes con poca fuerza en las manos practiquen primero Chaturanga Dandasana para acondicionar la manos a soportar el peso del cuerpo.
Milenio
Hola, déjenos un comentario