Washington.- La administración de Donald Trump expulsó a 238 migrantes sin papeles a El Salvador, a pesar de la orden de un juez federal que prohibía de manera temporal las deportaciones bajo una declaración de guerra del siglo XVIII dirigida a miembros de pandillas venezolanas, informaron funcionarios ayer.
Los vuelos ya habían partido en el momento de la decisión. El juez federal de distrito James E. Boasberg emitió una orden el sábado por la noche bloqueando las deportaciones, pero los abogados le informaron que ya había dos aviones con migrantes en el aire: uno con destino a El Salvador y el otro a Honduras, reportó Ap.
Boasberg ordenó verbalmente que los aviones regresaran, pero no incluyó la directiva en su orden escrita.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, aliado de Trump que acordó albergar a unos 300 migrantes durante un año a un costo de 6 millones de dólares en las prisiones de su país, confirmó la reclusión de los migrantes. No hubo reportes sobre enviados a Honduras.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, respondió ayer en un comunicado a las especulaciones sobre si el Ejecutivo desafiaba las órdenes judiciales: “El gobierno no ‘se negó a cumplir’ con una orden de la corte. La orden, que no tenía un fundamento legal, se emitió después de que los extranjeros terroristas del Tren de Aragua ya habían sido retirados del territorio de Estados Unidos”.
“Oopsie… Too late” (demasiado tarde), escribió en inglés Bukele, en X, en referencia a la nota sobre el fallo del juez Boasberg publicada en el New York Post.
Agencias
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